Capítulo 11

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Al fin mi família se acordó de mi existencia y me honoraron con su presencia a eso de las 08:00 pm.

–La hora de cenar pasó hace una hora. ¿Qué hacéis llegando tan tarde?

Me crucé de brazos mientras esperaba la respuesta en uno de los escalones.

–¿Des de cuando nos hemos cambiado los papeles y tu eres la madre?

Mi hermana corrió hacia mí y me abrazó.

–No vuelvo ha ir a casa de la tía Helena sin tí, creía que iba a ser mi último día en la tierra.

Sonreí a mi hermana acariciando su cabeza y luego volví a mirar a mi madre.

–¿Porqué llegáis tan tarde?

–Digamos que tu tío Hector nos explico su último viaje a Dubai por todo el tema de coches.–mi tía Maddy se había quitado los zapatos y parecía bastante cansada, se le notaban los años.

Bajé de las escaleras cogiendo a mi hermana en brazos (puede ser que ya tuviera 9 años peró siempre iba a ser mi hermanita) y nos fuimos a sentar en el sofá delante de la chimenea que hora estaba encendida.

–Tengo mucha hambre.–la tía Maddy se dejó caer encima de su sillón a la vez que ponía sus manos en la barriga.

–Gwen se ha comido el pollo, peró creo que queda algo de sopa en el congelador.

–Mama, ¿podemos pedir pizza?–Ann miró a mama con sus ojetes de cachorro–Porfavor...

Mi madre primero miró a la tía Maddy, luego a mi y por último a mi hermana.

–Por un día no pasara nada...

En mi família no es que se coma mucha pizza o comida rápida, siempre se sirven platos británicos, o franceses a causa de la nacionalidad de mi tía Maddy.

Mi tía abuela Maddy y su hermana Gelen (mí abuela de parte de madre) llegaron a Londres en el año 1958 con la edad de 16 y 14 años. Mi abuela era la pequeña de las hermanas. Vinieron a causa de que su padre había sido ascendido a representante de Francia en nuestro país.

Mis abuelos se conocieron a la edad de 25 y 22 años y,evidentemente, se casaron dos años despúes. Mi tía Helena es la mayor y nació en 1971, ahora tiene 43 años, y mi madre en 1975, ahora tiene 39 años .

Mi madre se casó joven, con 23 años y embarazada de mi, aunque a penas se notaba, y no tuvo a mi hermana hasta los 30.

–¡LA PIZZA!–el grito de Ann me despertó de mi estado de trance por completo.

Me había quedo totalmente embobada con la llama del fuego.

Me levanté y fuí a sentarme en la mesa para poder disfrutar de una buena pizza, seguramente hacia más de un mes que no comía pizza.

Estaba comíendo la pizza cuando algo dentro de mi cabeza habló, Hoy a las 09:00pm delante de la biblioteca.

Que había sido eso. No me acordaba de tener que ir, no sabía como lo haría para salir de casa.

–Mama, hoy a las nueve ponen un especial en de cine mudo en la biblioteca y me preguntaba si podría ir...

Era una buena excusa, a mí me gustaba el cine mudo y en la biblioteca de tanto en cuando hacían sesiones de estas, no era ninguna novedad.

–Si, puedes ir. Peró no con cuidado y al terminar la película regresa a casa. ¿Irás con Emily,no?

–Si y no te preocupes, al acabar vendré de vuelta.–miré el reloj, las 08:35, y me levanté–Voy a lavarme los dientes y me voy. ¿Me puedes llamar tu al taxi?

Al obtener el asentimiento de mi madre subí las escaleras para cepillarme los dientes y peinarme. Después de eso bajé, me despedí de mi família y me metí en el taxí que ya me esperaba.

Por las calles de Londres se paseaban todos los chicos y chicas de mi edad y un poco más mayores en busca de otros jóvenes, fiesta, música y sobretodo alcohol.

La chicas más cortas de lo normal con unos taconazos de vértigo y los chicos con sus camisas entreabiertas y esos pantalones pitillo, que para el que tiene buen culo es una bendición peró para el que tiene piernas de pollo puede ser su perdición.

Muchas veces Emily y yo salíamos, siempre nos quedábamos a dormir en la casa de su prima Sara de 18 años, que vivia en un piso pequeño en el centro, ella no les decía nada a nuestros padres y ellos así no se enfadaban ni se preocupaban.

Llegué a la biblioteca, eran las 09:04, supongo que no me dirían nada por llegar cuatro minutos tarde.

Bajé del taxi y caminé hasta la entrada donde nos vimos por la mañana.

–Llegas tarde.–lo primero que me dijo Sahale.

–Buenas noches para ti también.–no pude reprimir una mirada desafiante hacia el– Siento estos minutos de retraso, hemos pasado por la zona de fiesta y estaba un poco atascada.

–No te preocupes, no pasa nada.– Lesly me dedicó una sonrisa sobrecogedora y luego de eso los seis entramos en la biblioteca detrás de Sahale.

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