Capítulo 10.

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Después de la selección, la cena tuvo lugar. No era de extrañar que el grupo de amigos que se conocían desde hacía años estuviesen sentado juntos en la mesa Slytherin, ya que todos habían sido seleccionados para la misma casa.

Los gemelos Michelle y Marcus Flint, Jackson Avery, Isak Burke, Callidora Nott y Aries Black. Los seis eran inseparables desde que se conocieron a los cinco años. Y empezar esa nueva etapa juntos, conviviendo juntos, yendo a clases juntos, era todo lo que estaba bien en este mundo.

Durante la cena intercambiaban algunas palabras con alumnos más mayores, quienes no dudaron en responder a las dudas de los de primer año. Los prefectos de ese año también se presentaron, pues más tarde deberían seguirles hasta la sala común, dónde les darían las instrucciones más importantes. Sin embargo, su atención se basó en ellos seis, que cuchicheaban todo el rato acerca de temas triviales.

Las mesas se vaciaron y el director habló.


― ¡Bienvenidos y bienvenidas a un nuevo año escolar! ―bramó, hechizando su voz para que todos los alumnos le escuchasen―. Antes que nada, déjenme presentarles dos nuevas incorporaciones en nuestro profesorado. En lo que se refiere a la optativa de Estudios Muggles, su nueva profesora será Mathilde Smith. Para la vacante de Defensa Contra las Artes Oscuras, el señor Jeremy Matthews. Espero que todos seáis buenos con ellos. Ahora, sí, lo importante. El señor Filch, muy amablemente, me ha recordado que hay varios objetos que están prohibidos y que serán requisados si se ven usándolos; podéis leer la lista, que asciende a más de tres-cientos noventa objetos en su despacho. Los de primer año debéis saber que están totalmente prohibido entrar al bosque prohibido si no es acompañado de un profesor, quien sea pillado haciéndolo, recibirá un castigo. Los capitanes de los respectivos equipos deberán comunicar a su jefe de casa el día que quiere realizar las pruebas de acceso, así como es bueno recordar a los de primer año que no pueden postularse, pues no se admiten estudiantes menores de doce años, de segundo curso. Y no hay más noticias por ahora, despidámonos de esta maravillosa cena con el himno del colegio. ¡Que cada uno escoja su melodía favorita y cante a coro!


Aries desconectó durante el breve discurso dado por el director Dumbledore, pues no estaba interesada en él y cualquier cosa que pudiera decirles, seguro que ya lo sabía o era bastante lógico. Callidora enlazó su brazo con el de la heredera de los Black y siguieron a los prefectos, quienes les guiaron por el colegio hasta las mazmorras. Una vez ahí, a pocos metros de la entrada a la sala común, la cual era custodiada por un enorme cuadro de Salazar Slytherin, pararon en seco.

―Mi nombre es John Rowle y mi compañera se llama Jasmine Blishwick ―se presentaron ambos, mientras los de once años escuchaban con atención―. Al fondo de todo, encontrareis el aula de pociones, asignatura impartida por Severus Snape, quien también es el jefe de nuestra honorable casa. Ahora entraremos a la Sala Común que, como podéis ver, nuestro fundador nos pedirá la contraseña cada vez que alguien quiera entrar. Es muy importante no decirles la contraseña a otros alumnos que no sean de Slytherin, así como podréis encontrar la de la semana en el tablón de anuncios de la Sala Común. La contraseña se cambiará una vez por semana.

―Ahora, entraremos a la Sala Común ―indicó la joven prefecta, liderando a los niños que la siguieron encantados―. "Salazar es único" ―dijo, y el retrato se hizo a un lado para dejarles entrar.

Todos fueron entrando, cruzando el hueco en la pared de piedra, hasta juntarse delante de Blishwick. Cuando Rowle cerró la comitiva de los de primer año, siguieron las explicaciones.

―Las habitaciones de las chicas son subiendo las escaleras a la derecha, mientras que las de los chicos son subiendo las escaleras y a la izquierda ―les indicó―. Los chicos nunca podrán acceder a las habitaciones de las chicas, pues como en el resto de salas comunes, las escaleras formarán un tobogán y caerán hasta la sala común de nuevo.

―Los horarios se os repartirán mañana en el desayuno, será el profesor Snape ―el chico señaló con la cabeza al profesor, que había llegado unos instantes antes―. Cualquier duda que podáis tener, podréis acudir a nosotros dos. Si es algo grave, entonces, os llevaremos hasta el profesor Snape.

―Los de primer año tenéis grupos de estudio los martes, jueves y viernes ―comunicó la prefecta, bajo la atenta mirada del jefe de su casa―. Eso está pensado para que podáis hacer deberes y estudiar, ayudaros entre vosotros y pedirnos ayuda si no entendéis alguna cosa. Eso es todo, encontraréis vuestras pertenencias en vuestras respectivas habitaciones. ¡Buenas noches, Slytherin! Y bienvenidos a la mejor casa.


Aries cruzó una mirada rápida con Michelle Flint y Callidora Nott, para después sonreír. Pese a que no era muy tarde, ese día había sido de lo más cansado. Entre el viaje, la ceremonia y todo, las tres amigas estaban muertas de cansancio. La chica Black recordaba lo que su madrina le había pedido antes de subir al tren, pero decidió que ya sería por la mañana siguiente cuando hablaría con su profesor, así como también mandaría entonces la carta contándoles todo.

Las tres amigas no tardaron en subir las escaleras, dirigirse hacia la derecha después de despedirse de sus amigos, buscando su habitación. La encontraron prácticamente al instante y sus nombres fueron tallados en la puerta. Solo serían ellas tres, cosa que realmente agradecían.

Conociendo a Aries Black [ 1 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora