Conociendo a Aries Black [ 1 ]

Capítulo 1.

N/A. Os he subido un apartado, "Aclaraciones", en el que se explican los cambios que va a haber respecto a la saga original, para poder adaptarla a mi idea.

Aries nació el día de Navidad. Un veinticinco de diciembre de mil novecientos setenta y siete. Su madre había muerto durante el parto, pero su padre jamás la había olvidado y siempre le explicaba historias sobre su relación, como si fuese un cuento de reyes y princesas. Arabella quizás no los entendía cuando era un bebé recién nacido, pero en el futuro recordaría todas aquellas palabras que Regulus Black siempre le contaba.

También pasaba tiempo con su padrino, Sirius Black. Ambos hermanos no tenían muy buena relación, por no decir que su relación era nula, pero seguía confiando en el mayor, a pesar de sus traiciones. De haber sido un traidor, de haberle abandonado en esa casa cuando cumplió los dieciséis años. Esos momentos serían la luz en su oscuridad años más tarde, aparecerían en sus sueños sin saber quién era el hombre realmente, pues llegará un momento en el que, por su bien, decidirán no contarle nada ni contestarle las preguntas ni sus dudas.

ENERO DE 1982.

Tenía cuatro años y correteaba por la mansión Black. Ya era consciente de todo lo que ocurría a su alrededor, no era tonta ni ingenua, más bien todo lo contrario. Era una niña risueña, un poco alborotadora y muy rebelde. Siempre se escondía tras hacer una travesura. Eso llevaba al borde de un ataque de histeria a su abuela, pero la entendía. . . lo llevaba en la sangre. Físicamente era muy parecida a su padre, pero esos ojos grisáceos tan brillantes se parecían mucho a los de Sirius.

Ay, Sirius.

Había sido encerrado en Azkaban a principios de noviembre del año pasado. Había traicionado a los Potter, quienes habían muerto a manos de Lord Voldemort. Sin embargo, el Señor Oscuro fue derrotado por Harry Potter, un infante de un año de vida. Nadie se explicaba eso, no sabían cómo había sido posible. ¡Tan solo era un bebé! Pero fue el único superviviente de aquella tragedia.

Fue una desgracia para todos, incluso aquellos que fueron su familia durante dieciséis años. Los mortífagos sabían que era inocente, pues el verdadero traidor era Colagusano, quien causó todo ese revuelo y fingió su muerte.

Esa mañana de principios de enero, Aries bajó las escaleras de la casa de la honorable familia Black corriendo. En el último escalón, casi se cae de culo, si no fuera porque Kreacher estaba justo ahí para frenarla.

— ¡Keache! —exclamó, con una sonrisa de oreja a oreja, que todavía no conseguía pronunciar "Kreacher" correctamente.

—Amita Aries, cuidado.

— ¿Abu?

Preguntaba por su abuela. A pesar de tener cuatro años, cada día hablaba mejor. Pronunciaba mejor las palabras, todas sus letras. Había costado mucho, pero con mucha dedicación por parte de una institutriz, Aries cada vez se entendía mejor al hablar.

— ¿Nu ta? —preguntó, con un puchero.

El rostro del elfo doméstico palideció de golpe, no quería contarle que su ama había muerto esa misma madrugada. Por suerte, llegaron a su rescate. Narcissa Malfoy entró al salón de las chimeneas tras haber viajado por Red Flu, desde la mansión Malfoy. La mujer, que dejó atrás el semblante serio que tanto la caracterizaba, se acercó al pie de las escaleras, donde Aries estaba llorando porque no entendía nada. La cogió en brazos y la niña escondió su rostro, húmedo por las lágrimas que corrían por sus mejillas, en el cuello de la mayor.

—Ina. . . —musitó, dibujando un puchero en su rostro, llamando siempre a su madrina por aquél apodo.

—Vendrás a vivir conmigo, Aries —comentó la de cabellos rubios—. Prepara todas sus cosas, Kreacher.

—Kreacher siempre hará lo que la ama Cissy le pida —murmuró el elfo—. Siempre a disposición de los Black, ama.

Aunque el elfo doméstico parecía un alma en pena, le prometió a Walburga Black que seguiría cuidando de la casa, aunque no estuviera viviendo nadie ahí. No sabían los años que pasarían hasta que fuese habitada de nuevo, ya que Cygnus y Druella decidieron irse a vivir al norte de Irlanda, donde poseían una casa en mitad del campo.

Unos días más tarde, se hizo pública la adopción. Aunque Aries nunca llevaría el apellido Malfoy, porque Narcissa no quería quitarle sus orígenes y así podría seguir viendo el legado de su primo Regulus a través de la niña, había sido adoptada por los Malfoy.

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¡Empieza la novela como tal! Los primeros capítulos serán de introducción, para conocer mejor a Aries siendo una niña, pero después ya empezará con su primer curso en Hogwarts y las cosas se pondrán interesantes.