Capítulo 16.

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El plan había salido a la perfección y los mini merodeadores habían conseguido ese viejo pergamino que los gemelos Weasley habían encontrado, de casualidad, en uno de los castigos que habían pasado en el despacho de Filch la semana anterior. Ahora, los gemelos, Lee y Aries se encontraban en la Torre de Astronomía. Pero, ninguno de ellos comprendía porque Filch guardaba un viejo pergamino sin usar.

Entonces, por la mente de Aries pasó un recuerdo. Ella no tenía más de tres años y se encontraba en Grimmauld Place. Su abuela no se encontraba en casa pero su padrino, su tío Sirius sí. Jugaban juntos. Le hacía cosquillas. Reían a carcajadas y a ellas se le veían los dientecitos mientras reía. Ahí fue cuando recordó algo. Su padrino siempre la llamaba Canutita. Le contaba historias de cuando era un joven y despreocupado estudiante de Hogwarts. Con sus amigos eran conocidos como los Merodeadores, causaban estragos y bromas por allá donde pasaban. Y habían creado algo único, algo que les fue requisado por el propio Filch en su último año.

"Cuando llegue el momento, canutita, sabrás que son las palabras adecuadas. Juro solemnemente que esto es una travesura... Y, al terminar una travesura, siempre tienes que evitar que te pillen, ratona. Travesura realizada."


―Eso era... ―susurró, para sí misma, en un tono casi inaudible―. Dame ese pergamino, creo que sé lo que es ―le gritó a uno de los gemelos que, al ver la mirada poco delicada que le había mandado, no dudó en hacerlo.

Sacó la varita del bolsillo interior de su túnica, apuntando con firmeza al pergamino. Éste parecía tener sus años, por lo que ese recuerdo que llegó a su mente tendría sentido. Por arte de magia, sintió la energía fluir por el interior de su cuerpo, hasta concentrarse en su zurda, donde la varita cimbró al recibir la energía mágica que salía de su cuerpo.

―Juro solemnemente que esto es una travesura.

Y, entonces, sucedió. Unas líneas de una tonalidad marrón más oscura que el color marrón del pergamino se trazaron por encima de este, dibujando una especie de mapa. Aparecieron unas palabras escritas.

Los tres chicos se colocaron detrás de la muchacha de cabellos castaños, leyendo los cuatro a la vez:

Los señores Lunático, Colagusano, Canuto y Cornamenta os presentan el mapa del merodeador ―sus voces se escucharon a coro, a la par que la única chica abrió el pergamino, extendiéndolo sobre sus rodillas, para que pudieran verlo.

―Esto... esto lo creó mi padrino junto a sus amigos cuando estudiaron aquí ―sonrió la Slytherin, con orgullo―. Siempre me llamaba canutita de pequeña, antes de que... se fuera.


Apartaron la mirada de ella cuando su voz se rompió, al recordar cómo de un día para otro, Sirius desapareció de su vida sin decirle nada. Su abuela le dijo que estaba muerto, al igual que su papá, pero Aries tenía la corazonada que eso no era así, sino que seguía vivo en alguna parte.

Los niños se fijaron en el pergamino, que se había convertido en un mapa. Era un mapa del colegio y pudieron identificar los nombres de los profesores y trabajadores de la institución de enseñanza. Tenían en sus manos una maravilla, una maravilla que sería su cómplice en cada travesura que harían en los próximos años.





* *

n/a. me tardé cinco meses pero volvíiiiii, aunque no prometo que sean actualizaciones constantes. lo que si intentaré es tener, por lo menos, dos capítulos por mes.

¡tenemos nueva portada! ¿la habéis visto? es preciosísima. agradezco a NovaWayne y al EditorialSalem por por haberlo hecho posible. <333

Conociendo a Aries Black [ 1 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora