Capítulo 19 - Tranquilidad

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Capítulo 19 - Tranquilidad.

Me mantuve en calma mientras veía como los padres de Eriko se insultaban de parte y parte, descubrir que el padre de mi esposa aún seguía con vida fue algo sorpresivo, aunque lo era más para Kaya quien estaba enojada con el hombre por haber puesto en una situación estresante a su hija o por lo menos eso dijo, el contrario se quejó de forma inmediata de que tenía derecho de hablar con su hija y la conversación siguió hasta que empezaron a insultarse abiertamente, podía imaginar cómo se sentía Eriko al respecto; lo estresada y confundida que debía estar.

-Ya es suficiente con esto, hay que encontrar a Eriko -dije deteniendo la discusión de los dos, ellos me miraron.

-Ese no es su nombre, no pienso usar el nombre que Taneki le dio para ocultar su identidad -respondió el hombre.

-Es su nombre ahora y ella no responde a ningún otro nombre -dije sin muchos rodeos, ya que era la verdad, sabía perfectamente lo mucho que le incomodaba cuando Kaya le decía por el nombre que ellos le dieron.

-Me enoja como ese hombre me quito a mi hija de esa forma, Hana solía ser una niña tan dulce -dijo Kaya, mire a los dos con algo de sorpresa, parece que cada uno a su forma estaba aferrado a la imagen de su hija mucho antes de Taneki y no estaban viendo más allá de ello.

-Ustedes se están olvidando de algo... -empecé a decir llamando la atención- la hija que ustedes conocían ya no existe -fui interrumpido por Kankuro quien estaba a unos metros de nosotros.

-Gaara no crees que estas siendo algo duro -dijo con una sonrisa nerviosa.

-Esa es la verdad Kankuro -le dije y luego fije mi vista en los padres de Eriko- Hana ya no existe, la hija que ustedes conocían ya no está, Taneki se encargó de ello, ahora ella es Eriko Hayashi, y en estos momentos ella debe de estar muy confundida con todo esto, es un cambio que aún no puede asumir -les explique con calma.

-¿Qué intentas decirnos? -dijeron los dos al mismo tiempo.

-Digo que tienen que dejar de intentar, yo me encargare de Eriko a partir de este momento, ella es mi esposa, la conozco mejor que ustedes y probablemente no se sentirá tan abrumada si hablo con ella -les dije, los dos se miraron por un rato y luego suspiraron asintiendo.

-Está bien, encárgate Kazekage -dijo Kaya a regañadientes.

-Kankuro, dejaré que te encargues de todo mientras busco a Eriko -le dije.

-Yo me encargo, ve sin problemas -respondió Kankuro, con eso me pude marchar con calma no sin antes dirigir una mirada a los padres de Eriko y a Hiroshi quien estaba siendo custodiado por varios de mis ninjas, aunque el padre de Eriko nos explicó varias cosas sobre lo sucedido el día de la reunión no sentía ni un poco de confianza en ellos.

Decidí empezar mi búsqueda por el lugar en donde mis ninjas habían dicho que salió corriendo, rastrearla no iba a ser tan difícil, conocía este desierto como la palma de mi mano solo tenía que encontrar el camino, no espere más tiempo y comencé con la búsqueda. Me sentía un poco culpable por lo sucedido, sabía muy bien cómo se encontraba Eriko con respecto a su familia y aun así deje que hiciera cosas que no eran muy recomendables para ella esperando que de esa forma se sintiera mejor pero la conocía muy bien, desde la muerte de Yuki ella simplemente no era la misma, me costaba admitir que ese hombre influyo mucho en el carácter que ella poseía en estos momentos y sabiendo todo eso solo lo deje pasar dejando que tuviera su privacidad, tal vez solo debí de haber hablado mucho más con ella sobre ese tema, apenas la encontrara tenía que resolver todo esto.

Me detuve al llegar a las ruinas de una aldea, en el desierto habían muchas de estas, el rastro que seguí me trajo a este lugar ahora solo tenía que revisar el lugar, avance por el lugar examinando todo a conciencia, se veía muy tranquilo y sin signos de vida, con la intención de regresar por donde vine me gire pero escuche un ruido proveniente de una de las casas derrumbadas, me quede parado escuchando atentamente, parecía como si estuvieran rompiendo cosas, me encamine hacía la casa y entre con cautela, el lugar estaba derrumbado pero no muy lejos se veía una escalera, parecía una guarida subterránea, tenía sentido que ella se escondiera en una de estas.

-¿Eriko? -decidí probar mientras me mantenía inmóvil en la entrada de la guarida subterránea.

****

La voz de Gaara me sorprendió, me enderece de inmediato limpiando mi cara y dejando los restos de una silla que había roto unos minutos atrás, los nervios me invadieron de forma inmediata, no supe que hacer pero respire hondo y mire a la puerta intentando encontrar las palabras correctas para responder, que me hubiera encontrado no era sorpresa, él podía encontrar a cualquiera en este desierto.

-¿Si? -dije de forma dudosa y con la voz algo temblorosa, unos minutos pasaron hasta que volvió a hablar.

-Necesitamos hablar -me dijo, su tono de voz era tranquilo como siempre pero pude notar un rasgo de nerviosismo al final de la oración- ¿Puedes abrir la puerta?-pregunto, dude en hacerlo, no quería que me viera de esta forma.

-Yo... -No pude soltar ni una sola palabra de rechazo ni de afirmación, el silencio fue abrumador pero solo duro unos minutos.

-Hablaremos de esta forma... -le escuche suspirar y me apoye en la puerta esperando a escuchar lo que tenía que decirme- Sé que estas en una situación difícil, toda tu vida creíste que tu familia estaba muerta y ahora aparecen de golpe, no es fácil de asimilar -dijo Gaara con tranquilidad.

-Me siento presionada, Kaya espera que le vea como una madre y que de repente me cambie el nombre, y ahora tengo un padre que piensa que con tan solo contar la historia de cómo me separe de ellos salte de alegría hacía sus brazos, es mucho para mí, la historia de Hiroshi me tenía concentrada pero con esto, no puedo más -respondí con voz temblorosa.

-No tienes por qué hacerlo -me dijo y me quede callada- es decir, que no estas obligada a cumplir con sus expectativas, tu eres Eriko y ellos no pueden cambiar eso -con esas palabras me quede pensando por unos minutos.

-Entonces ¿Qué me sugieres que haga? -pregunte.

-Simplemente si no estás preparada no sigas intentándolo -con esas palabras me quede callada sin saber que decir, mire la puerta y decidí abrirla para poder encarar a Gaara.

-Pero Gaara... -Fui interrumpida por él.

-No hagas lo que los demás esperan que hagas, sino no lo que tú quieres hacer. Durante mucho tiempo fui lo que los demás creían que era, un monstruo, pero gracias a un buen amigo me di cuenta que no tenía que ser ese monstruo, que tenía opciones, tú también las tienes Eriko -me dijo, su expresión era seria como siempre pero vi preocupación en su mirada.

-Tienes razón, gracias -me acerque a Gaara y le abrace, él me devolvió el abrazo.

-Aunque sé que esto no es lo único que te molesta -dijo y se separó de mi viéndome fijamente, no sabía que decirle a Gaara, era un poco más complicado que lo de mis ahora descubiertos padres- Veo que aún no estas lista para hablar de ello, esperare a que lo estés, ahora hay que volver -me dijo.

-Está bien. Por cierto que harás con Hiroshi y Ryu -Sujete la mano de Gaara con fuerza, no estaba dispuesta a separarme de él.

-Con Hiroshi es obvio, irá a la cárcel y con respecto a Ryu, primero pasara por una revisión médica para ver qué tan delicado es su estado y luego decidiremos qué hacer con él -me dijo con calma, asentí sin decir nada más, no quería preocuparme más por ello así que solo me apoye en Gaara quien siempre solía darme una tranquilidad que no obtenía en ningún otro lado.

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Hola a todos, aquí les traigo el capitulo que como ya tengo costumbre viene bien tarde, estuve trabajando y no tenía tiempo para nada, ahora ya no estoy trabajando y pude escribir el capítulo, espero les guste.

***Zharak***

Tormenta de Arena {Gaara}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora