Tormenta de Arena {Gaara}

Capítulo 12 - Reencuentro

Capítulo 12 - Reencuentro.

Me escabullí de mi habitación justo cuando todos se fueron a dormir, mi destino; la habitación de Gaara, camine por los pasillos con extremo silencio hasta que por fin llegue, abrí la puerta con cuidado sabiendo que la había dejado abierta para cuando fuera a verle, la cerré detrás de mí con cuidado y le eche el seguro porque lo que menos quería era interrupciones. Gaara se encontraba sentado en su cama con la espalda apoyada en el cabecero de esta, sostenía un libro y la lámpara de la mesita de noche se encontraba encendida, esta iluminaba su rostro haciendo que sus rasgos fueran más notables y haciéndome caer en cuenta que no llevaba camisa, solo atine a mirarlo como una boba sin remedio.

-No te quedes ahí, ven -cerro su libro dejándolo sobre la mesita y me acerque de inmediato, tome la mano que me tendía y en un instante estaba sobre él con las manos apoyadas en su pecho.

-¿Podemos dejar la charla para más tarde? -pregunte.

-No, no podemos -respondió a lo que me decepcione de forma inmediata, sinceramente estaba ansiosa por terminar lo que habían empezado más temprano pero cuando Gaara estaba en modo charla había que charlar era inevitable- Empieza desde el principio -me animo a lo que suspire.

-No es agradable en lo absoluto decirte que me vencieron por un descuido... -comencé, le conté detalle a detalle lo que había sucedido, obviamente tuve que guardarme ciertas cosas, aún tenía un pacto no podía romperlo- y en retrospectiva aún sigo con los efectos de la bomba pero ya voy recuperando mis sentidos y chakra, ahora entiendo porque son tan escasas, duele un montón y te dejan incapacitado de tal forma que es prácticamente injusto -me queje en un suspiro, aun seguíamos en las misma posición lo que facilito que Gaara me rodeara la cintura con sus brazos y me atrajera hacía él.

-Me alegra tanto que estés bien, no sé qué hubiera hecho si algo te pasaba -dijo en un susurro.

-Siento tanto haberte asustado de tal forma -me disculpe sabiendo perfectamente como le había hecho sentir con mi desaparición, le mire directamente a los ojos, estando así tan cerca de él me daba cuenta que le había echado de menos de una forma que no comprendí en ese momento pero ahora lo sabía, sabía perfectamente que no podría separarme de su lado nunca, por mucho que Kaya intentara atraerme hacía ella con palabras bonitas o con cosas emocionales, o con el conocimiento de que era mi madre, yo siempre escogería a Gaara por sobre todas las cosas, tal como lo había hecho cuando decidí ignorar la orden de asesinarlo, él tenía mi corazón y no quería que me lo devolviera.

Gaara se movió ágilmente tumbándome sobre la cama, su cuerpo estaba sobre el mío y la visión de su torso desnudo me hizo recordar la última vez que habíamos tenido intimidad, hacía más de un mes de eso y estaba que explotaba en estos momentos, si por alguna razón de la vida alguien nos interrumpía mataría a quien estuviera del otro lado de la puerta.

-Nadie nos va a interrumpir, me encargue de eso -me dijo Gaara como si hubiera leído mi mente, estuve a punto de hacer preguntas pero no pude formular ni una porque Gaara termino por besarme, me olvide por completo de todo lo de mí alrededor y me concentre en seguir el ritmo de sus labios.

Normalmente solíamos ir lento con estas cosas pero al parecer ninguno de los dos estaba dispuesto a ir lento, con tanto tiempo sin estar juntos no estaba para ser delicada y tímida, los besos de Gaara eran exigentes, sus manos se movían de mis muslos a mis caderas en pequeñas caricias que me causaban pequeños temblores, por mi parte deje que mis manos vagaran por su torso y espalda, tocando todo lo que pudiera de su piel, lo ansiaba de una manera que era inexplicable, tal vez esto era la causa de estar tanto tiempo separados no lo sabía bien, lo único que tenía claro era que quería hacer el amor con mi marido simplemente eso.