Agonía De Un Alfa

II

En cuanto llegaron a la oficina del líder, Chanyeol se quedo mirando a su alrededor, nunca había estado adentro de la oficina principal ya que las únicas veces que había estado cerca del líder fueron en la herrería de Chanyeol.

—Buenos días, Chan, —dice alegre Siwon mientras se levanta para estrechar su mano con el otro.

—Buen día, líder, —inclina un poco su cabeza respondiendo el saludo con la mano.

—Te preguntarás porque te mandé a llamar, —dice alegre mientras vuelve a sentarse. —Toma asiento, por favor, —señala la silla.

—Bueno sí, —asiente con su cabeza mientras se sienta.

—Bien, seré directo, —suspira mientras lo mira a los ojos, —¿Conoces a Byun Baekhyun?

—No, —entrecierra su ojo mientras intenta recordar. —Ah no, espere, ya sé, —asiente, —he escuchado hablar de él, no cosas muy agradables... —casi susurra al final. —No es que yo juzgue ni nada, —de inmediato habla para no verse mal.

—Lo sé, no te preocupes, —con una mano le quita importancia, —el punto es que ¿Qué piensas de él? He escuchado que ya quieres formar tu propia familia.

—¿Ah? —rasca su nuca sintiéndose nervioso, —no lo sé, no lo había pensado, —lame su labio intentando decir algo coherente. —Supongo que es bonito, —se encoge de hombros. —Aunque nunca he hablado con él, es un desconocido para mí.

—¿Considerarías cortejarlo? —levanta sus cejas mirándolo atentamente.

—¿Qué? —forma un círculo con su boca, —bueno, no lo sé, —frunce el ceño, —no creo que él o sus padres lo-

—Dejemos eso a un lado, si tanto Baekhyun como sus padres estuvieran de acuerdo ¿Lo harías? ¿No te importaría su... reputación? —aunque se veía tranquilo, en realidad el líder se encontraba un poco nervioso ya que aunque era el dirigente de la manada, tampoco era un dictador que obligaría a Chanyeol.

—Uhm... —mira un momento hacia arriba y piensa por un momento, —yo, —inhala lentamente imaginando una vida con el omega, creía que era un chico bonito y de un cuerpo apetitoso. Sin embargo, a su lobo si le molestaba un poco la vida sociable del omega ya que los alfas son muy territoriales, —supongo que podría intentarlo, —se encoge de hombros con expresión neutral.

—Perfecto, —su sonrisa se dibujo de oreja a oreja, —podrás ir mañana a la casa de la familia Byun.

—¿Tan pronto? —se extraña y traga saliva, —es un poco difícil ya que no sé que digan sus padres, —mira sus manos sobre sus muslos.

—No te preocupes, ellos no son personas malas, eres un buen chico y si te muestras tal como eres seguro te darán permiso, —se inclina un poco hacia adelante para palmear levemente su hombro.

—Bueno, —le parecía un poco raro lo que estaba pasando, —no quiero sonar grosero, pero ¿Por qué el repentino interés en mi vida amorosa?

—¿Ah? —los ojos del líder se ampliaron en sorpresa. En realidad le daba un poco de pena contarle la verdadera razón, —es solo que he visto que eres un hombre de buen corazón y trabajador, entonces no quisiera que estés solo, —mordisquea su mejilla interna mientras mueve sus dedos debajo del escritorio.

—Ya veo, —susurra aún no muy convencido. —Bueno, lo intentaré, —dice desganado, —ahora debo irme a terminar unas armas que tengo que entregar pronto, —explica queriendo salir de esa situación que para él era incómoda.

—Bueno, puedes retirarte, —le despide con una sonrisa, —seguro que pronto celebraremos un enlace.

—Uhm... Si usted lo dice,  —lo mira por última vez antes de levantarse para irse del lugar.