XII

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-¿Sabes sobre eso? Han desaparecido algunos omegas últimamente, -habla una mujer mientras conversa con otra.

-Sí, en el otro pueblo vive mi familia y ya han raptado a dos primos, -dice la segunda preocupada.

Con los días, la gente había dejado de hablar del enlace entre Byun Baekhyun y Park Chanyeol; el tema de reemplazo era el de los continuos secuestros a pueblos vecinos. La gente tenía miedo.

El líder Choi Siwon había decretado un toque de queda así que desde el ocaso los omegas tenían que volver a sus hogares y no podían salir solos al bosque, de lo contrario, sus alfas responsables serían castigados.

En el hogar de los Park, Baekhyun se hallaba aprendiendo a tejer; su madre había venido de visita para enseñarle debido a que pronto de presentaría la nevada. Sin embargo, los hilos se enredaban entre los dedos largos del omega y eso hacía que se estrese.

-No puedo, mamá, es inútil, -resopla para luego cruzarse de brazos dejando los palillos a un lado.

-Tú nunca le das una oportunidad a nada y luego terminas frustrado, -ella niega con su cabeza y luego bebe un poco de su té.

-Es que simplemente no soy bueno y ya, -descansa su espalda contra la suavidad del sofá. -Además Chanyeol me dio dinero para comprar suficiente ropa cálida para el invierno, -se encoge de hombros.

-Igualmente deberías hacer tus prendas y ahorrarle dinero, él trabaja duro por ello, -le regaña su madre.

-Es mi alfa, que gaste, -rueda los ojos para luego levantarse; -ire a hacer algo, tengo hambre, -va hacia la cocina.

La señora Byun mordisquea su labio pensando en que parecía que había castigado al pobre alfa. Ella pensó que Baekhyun calmaría sus ínfulas de grandeza ya estando enlazado, pero con un suspiro piensa que habían empeorado.

-¿Harás la cena tan temprano? -pregunta extrañada mientras se sienta frente al mesón.

-No, es solo que últimamente me gusta comer alguna golosina en la media tarde, explica mientras baja la harina y toma algunos huevos.

—Oh vaya, —pestañea algunas veces y luego asiente.

La mujer mira alrededor dándose cuenta de lo grande que era la casa y los objetos adentro, todo se veía caro e incluso la misma ropa de Baekhyun parecía lujosa. Arquea una ceja y luego mira a su hijo, lo había hecho por él, se decía todos los días, que no debía sentirse culpable, pero el insomnio constante le recriminaba.

—¿Estás bien, mamá? —pregunta Baekhyun al ver cómo la mirada de la omega se había oscurecido.

—Sí, cariño, ¿Decías algo? —sonríe y acomoda su cabello.

—No estaba diciendo nada, solo que te ví extraña, —responde para luego freír sus golosinas.

🌧️

Chanyeol se encontraba puliendo un collar de zafiro; no era para nadie realmente, pero tuvo ganas de hacerlo. Detiene sus movimientos cuando vuelve a oler aquel aroma a menta.

—Pase, —dice antes de que la puerta sea tocada.

—Buenas tardes, —saluda el omega dando una leve reverencia para luego caminar hacia la mesa, —¿Cómo está? —sonríe levemente.

—Bien creo ¿Y tú? —ve que las mejillas del omega están un poco rojas, pero supuso que se había maquillado. —¿Qué necesitas? —pregunta de buen humor.

—Es que... —desvía la mirada y muerde su labio, —me gustaría pedirte una pulsera de plata, —mira de nuevo al alfa.

—Bien, —asiente y ladea la cabeza cuando se da cuenta de que el pequeño de ojos rasgados se encontraba un poco nervioso. —¿Te encuentras bien? ¿Quieres sentarte? —señala con su dedo una silla más allá.

Agonía De Un AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora