XIX

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Baekhyun se encontraba algo fastidiado porque Chanyeol no había salido de su habitación en dos días y se había negado a hablar con él e incluso a comer. Baekhyun no entendía que le sucedía.

Cómo había estado aburrido de haber pasado esos dos días dentro de la casa, decidió salir. Se vistió con algo ligero ya que hacía un poco de calor.

—Vuelvo en un rato, hay comida en las ollas, —informa Baekhyun afuera de la habitación de Chanyeol, sin embargo este no respondió.

El omega solo rodo los ojos para luego irse de la casa, estaba confundido y su lobo estaba muy triste ya que podía sentir lo que pasaba por el corazón de Chanyeol. Sin embargo, a pesar de poder saber que el alfa estaba demasiado mal, Baekhyun no podía hacer nada si el otro no hablaba.

Se acomoda su velo y camina entre las hojas caídas y las ramas secas hasta que luego de un rato finalmente llega a su antigüo hogar. Suspira cuando ve el arrollo cerca de la casa, solía jugar ahí con sus hermanos cuando era cachorro.

Golpea la puerta y su madre le abre así que se abrazan saludándose para luego ir a la sala donde Baekhyun se acomodo y bajó su velo, a veces le estorbaba un poco, pero no era importante.

—¿Cómo así por aquí? —pregunta la señora Byun luego de poner una bandeja con pastelitos sobre la mesa de centro.

—Quería salir de mi casa porque Chan ha estado extraño, —coloca su codo en el reposabrazos y despeina su cabello, —además te quería pedir un favor.

—¿Un favor? —levanta sus cejas.

—Sí, un poco de esas hierbas, —se inclina hacia adelante para coger un pastelito. —Las de emergencia...

—¿Estás esperando un bebé de Chanyeol? ¿Pero por qué? —suspira entristecida mirando al abdomen de su hijo. —¿Realmente lo desprecias tanto como para matar a su cachorro?

Baekhyun rueda los ojos y bebe un poco de té ya que no había podido responder porque tenía la boca llena de pastel. Niega con su cabeza y traga lo que estaba masticando.

—No, mamá, no estoy esperando un bebé, no son para mí, —contesta aburrido, —son para alguien más.

—Uhm claro que sí, —desvía su mirada, —sé que son para ti, Baekhyun, no quieras engañarme, —resopla y luego bebe su té.

—No, mamá, son para alguien más que no tiene alfa y por eso no quiere al bebé, —mordisquea el interior de su mejilla no queriendo decir el nombre de su amigo.

—¿Y quién es? —arquea sus cejas y el otro se mantiene en silencio, —bien, no sé si confiar en ti, pero quedará en tu consciencia si me estás mintiendo, —frota su sien con sus dedos.

—No lo hago, mamá, no son para mí ya que ni siquiera estoy en cinta, —se encoge de hombros.

—¿No planeas tener cachorros? —lo mira a los ojos.

—No, puede que salgan igual a Chanyeol, —sacude su cabeza, —intento llevarme bien con él, pero nada más... —desvía la mirada al decir lo último.

—¿No tienes miedo de que te deje? Escuché rumores de que un extranjero anda detrás de él, —lo mira de reojo mientras come un pastelito. —Sabes que a los alfas les gusta tener cachorros.

—Ese cualquiera no es nadie para Chanyeol, —sacude su mano quitándole importancia, —además un día escuché a Chanyeol decir que no quería cachorros, —se encoge de hombros.

—¿Estás seguro? Deberías tener uno igualmente, podría dejarte, —dice preocupada.

—Ese inútil no me va a dejar, sabe que soy mejor que ese tipo, —vuelve a encogerse de hombros.

Agonía De Un AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora