XX

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—¿Qué ocurre? Te ves un poco triste, —dice Mackenyu cuando entra al taller.

—Nada, solo he estado algo ocupado, —se encoge de hombros sin levantar su mirada, —¿Ocurre algo?

—Oh no, solo vine a contarte algo, —camina alegre hacia la silla donde se sienta.

—¿Paso algo bueno? —arquea una ceja sin dejar de pulir el anillo entres sus dedos.

—Algo así, —mueve la cabeza, —voy a vivir aquí con Sehun ¿Recuerdas que te dije que es mi primo? —levanta sus cejas y el otro asiente. —Bueno, como nos gustó tanto este lugar entonces nos vamos a quedar.

—Vaya, que bueno, —en realidad un cúmulo de emociones embargaron su cuerpo y no sabía bien que sentir. —¿Tus padres están de acuerdo?

—Sí, incluso me enviaron un poco de dinero para comprar una casa, —sonríe radiante, —ahora estoy bajo el cargo de Sehun hasta que un alfa me reclamé... —lo mira de reojo.

—Espero que pronto... —se queda en silencio por un momento sin hacer movimiento alguno, —que pronto encuentres a un buen alfa, —lo mira por un segundo dándole una pequeña sonrisa.

—Gracias... Por cierto ¿Por qué no habías abierto el taller estos días? —decide cambiar de tema porque su estómago se revolvió.

—Uhm... Estuve un poco enfermo, es todo, —dice lo primero que se le viene a la mente.

—Oh que mal, —se inclina hacia adelante para tocar la frente del otro.

Chanyeol se tenso cuando sintió el tacto suave y cálido de la palma del pequeño omega, incluso el aroma a menta inundó sus fosas nasales provocando movimientos en su estómago.

—Bien, sí, ya me paso, —dice un poco nervioso mientras se aleja haciéndose para atrás.

—Bien... —se regresa a su silla. —Mira, te hice esto, —saca una bolsa de su túnica para ponerla sobre la mesa. —Es un almuerzo.

—No... no, —niega con su cabeza, —Mackenyu ya hablamos sobre esto, no podemos ser nada, —traga saliva mientras siente como algo se atasca en su garganta.

—Lo sé, ya me lo dejaste claro, solamente quiero tu amistad, por favor, —junta su entrecejo y lo mira con súplica.

Chanyeol finalmente lo miro a los ojos e hizo una pequeña mueca ya que aún quería seguir pasando tiempo con aquel omega, pero a la vez estaba Baekhyun, su esposo. El mismo que iba a matar a su cachorro.

—Solo no confundas las cosas ¿Sí? —Levanta sus cejas mirándolo con atención y el otro asiente con la cabeza. —Bien, —sonríe y acepta la bolsa con cuencos de comida. Realmente la había extrañado.

💔

Los pies de Baekhyun se movían por las hojas y ramas secas del camino. Hace una mueca cuando aprieta la caja de madera en el bolsillo de su túnica; le molestó que Chanyeol lo haya malinterpretado y no le haya dado el beneficio de la duda.

Solo se encogió de hombros y suspiro sabiendo que no podía hacer nada para hacerle entender así que no siguió comiéndose la cabeza. Sin embargo, algo llamo su atención, así que se escondió detrás de un árbol para mirar mejor al par de personas que estaban unos metros más allá.

—No, Sehun, ya estoy cansado, sigo esperando una respuesta y nada, —dice el omega con la clara molestia en su rostro.

—Ya, no sé que decirte, simplemente quitatelo y ya, es todo lo que puedo decirte, —se encoge de hombros mientras mete sus manos en su pantalón.

Agonía De Un AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora