Agonía De Un Alfa

XIV

—Baek ¿Te gustaría venir a comer? Hoy hice más comida y no quiero que se desperdicie, —hace una mueca el omega.

—Bueno, —acepta con una sonrisa de confusión para luego levantarse.

Ambos habían estado en el parque conversando por un rato; Baekhyun realmente había extrañado a su primo, pero debido a que esté dió a luz hace poco, no pudo pasar tiempo con él.

—Me contaron que te enlazaste y realmente puedo oler el aroma de un alfa en ti, —lo mira de reojo y sonríe.

—Oh sí, con el herrero, Park, —acomoda su velo por encima de su boca.

—Vaya, —se ríe, —me extraña que no estés bañado en joyas, —junta su entrecejo.

—El idiota no las hace para mí, —se cruza de brazos.

—Uhm... ¿Paso algo? ¿No lo amas? —ladea su cabeza dejando ver una sonrisa socarrona a través de la tela sumamente delgada.

—No, —desvía la mirada cuando su lobo gruñe furioso, —mi lobo lo hace, yo no, —se encoge de hombros.

—Que raro, —levanta sus cejas. —¿Y él es bueno contigo? —susurra cuando ve la carreta de su marido en la entrada de su casa.

—No, —hace un puchero, —no me hace joyas, se puso un maldito condón conmigo y una vez me abofeteo, —mira hacia arriba suspirando.

—¿Solo eso? —retrae su cabeza mirándolo atentamente. —¿Te da dinero para ti? —asiente, —¿Te mata de hambre? —el otro niega, —¿Va a las tabernas? —lo mira con curiosidad y Baekhyun niega nuevamente. —¿Alguna vez te ha golpeado tanto que no te has podido parar o te ha obligado a aparearte?

—Oh, por la Luna, no, no es un maldito salvaje, —coloca una mano sobre su pecho aterrado por las palabras de su primo.

—¿Ha intentado obligarte a parirle un cachorro? —arquea su ceja mientras saca su llave.

—No quiere tener hijos conmigo, solo porque me bese con un alfa ya piensa que me voy a quedar preñado de otro, —en ese momento se queda pensando y la mirada inquisitiva de su primo le hace replantearse lo que dijo. —Bien, yo fui un idiota, entiendo.

—Me alegra, —sonríe sin mostrar los dientes y abre la puerta. —¿Qué te hizo cuando supo?

—Me hizo caer al suelo de una bofetada, —inconscientemente toca su mejilla.

—¿Solo eso? Si yo le hubiera hecho eso a Hansol, probablemente ya estuviera con algún hueso quebrado, —deja su llave a un lado en una mesita y camina al comedor, —siéntate, ya sirvo la comida.

Baekhyun mira discretamente su alrededor; la casa estaba limpia, pero era pequeña y algunas cosas estaban bastante viejas, mordisquea su labio pensando en su propia casa.

—¿Hanson te golpea? —frunce su ceño.

—Cuando hago algo que no le gusta, —se encoge de hombros mientras coloca los platos en su lugar. —Por eso siempre trato de portarme bien, —responde con la voz cantarina.

—¿Qué es portarse bien? —ladea su cabeza mirándolo con curiosidad.

—Bueno, —mira hacia arriba, —quedarse callado a menos que él te permita hablar, mantener todo en orden, cocinar bien, atender a los cachorros para no molestarlo, —coloca un dedo sobre su quijada, —estar dispuesto cada vez que él desee tenerte, no causarle problemas y cosas así, —cuando gira su cuello puede ver qué su primo está visiblemente espantado.

—¿Ah? ¿Ese mismo pensamiento tienen los demás alfas del pueblo? —arquea su ceja mientras siente un retorcijón en su estómago.

—La mayoría sí, —asiente, —incluso tu amado Sehun, —suelta una carcajada.