XXIX

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Baekhyun cada noche veía como la Luna subía para bajar a la mañana siguiente y el ciclo se repetía sin cesar, simplemente siguiendo su curso natural como el resto de seres.

El omega amaba acurrucarse con Chanyeol sobre el sofá mientras miraban el crepitar de la chimenea y el bosque a través de las paredes de cristal. A veces terminaban haciendo el amor ahí entre toques traviesos y sonrisas alegres.

Sin embargo, esa mañana fue un poco amarga para la pareja, sobre todo para Baekhyun. Lo que iba a ser una mañana de bocadillos y besos románticos por ser el día de descanso de Chanyeol, terminó en algo desagradable.

—¿No quieres ir al médico? Has estado vomitando por mucho tiempo —dijo Chanyeol desde la cama al ver que su esposo estaba muy pálido.

—Estoy bien —susurró con la garganta ardiendo.

—Pareces un muerto ¿Cómo vas a estar bien? —exclamó muy preocupado por el estado de su omega.

Baekhyun giró su cuello para poder ver a Chanyeol; se sentía tan enternecido por la genuina preocupación que tenía su alfa con él. Suspiró para luego subirse a la cama por completo, comenzando a gatear hasta llegar a Chanyeol.

—Chan —dijo en un hilo de voz mientras un par de lágrimas bajaban por sus mejillas—. Oh, mi alfa —se sentó a horcajadas en la cadera del otro.

—¿Por qué lloras? —dijo haciendo un mohín, porque el otro no hablaba.

—Mi lobo me acaba de contar algo.

Los ojos de Baekhyun brillaban aún cuando el resto de su semblante estaba sin vida. Estiró sus manos para tomar las de su alfa y lentamente las acercó hasta su torso dónde las dejo descansar.

—¿Te duele el estómago? —levantó su ceja.

—Tonto —resopló, pero de inmediato volvió a sonreír—. No es eso, lo que sucede es que nosotros —su voz se atoro en su garganta ya que un nudo en su se formó—, nosotros ¡Vamos a ser padres!

—¿Qué? —fue lo único que salió de sus labios.

—Sí, hay un pequeño Park creciendo en mi vientre —dijo al borde del llanto mientras asentía con su cabeza repetidas veces—. Amor, mi lobo me dijo que tenía poco menos de un mes.

—¿Un cachorro? —dijo de manera lenta, ya que aún estaba procesando lo dicho por su pareja— Vamos a tener un hijo... —susurró mientras sus neuronas conectaban.

—Sí —las esquinas de su boca comenzaron a bajar—. ¿No estás feliz? Es lo que deseábamos, un cachorro —sus ojos se llenaron de temor al ver que Chanyeol seguía con su expresión en blanco.

—Cachorro —volvió a repetir y sus labios comenzaron a apretarse mientras sus líneas de expresión se acentuaban.

—Alfa, te juro que es tuyo, no pienses cosas raras, solo he estado contigo —dijo rápidamente pensando que quizá Chanyeol estaba enfadado con él y eso embargo de miedo su pecho.

—No seas tonto —finalmente pudo explotar y agarró la cabeza de Baekhyun para chocar sus bocas en un frenesí de sentimientos compartidos.

La felicidad en el corazón de Baekhyun volvió a fluir así que acomodó sus brazos a los lados de la cabeza de su alfa para sentirse más cómodo mientras sus labios eran capturados entre succiones, mordidas suaves y lamidas indecorosas.

Rápidamente Baekhyun se quitó su piyama de dormir sin dejar de besar a su marido, tomaba aire de prisa para luego volver a probar su dulce miel mientras la ropa iba desapareciendo poco a poco hasta que ambos solo podían acariciar sus pieles cálidas y sentir el aroma a placer del otro.

Agonía De Un AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora