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Victoria Anderson

Una semana sin saber nada de Bonnet o más bien una semana en donde quería evitarlo lo más que podía.

-Así que tengo un viaje- mire a Wilfredo y él solo asentía

-Si, hable ya con su madre para ver si puede cuidar de Emilio o preparar los papeles para sacarlo del país-

-Sabes lo que opino- él asintió rápidamente

-Por eso su madre acepto, pero quiere que hoy la visite en la cena. No le traerá a Emilio- asentí

- ¿Qué más tenemos? -

-Nada importante hoy- sonrió

- ¿Los menú? -

-Siguen bajo evaluación,no tenemos avances- me puse de pie

-Iré a la cocina a ver que nos podemos inventar- él asintió mientras yo salía de mi oficina

Wilfredo muchas veces me dejaba en mi mundo sola y más cuando sabía que algo me estaba incomodando.

El chocar de mis tacones contra el suelo se hacía presente por todo el pasillo.

Algunos empleados me saludaban al verme pasar otros simplemente me evitaban.

-Buenas- salude a algunos de los chefs que estaban presentes

Busqué mi delantal y comencé a ver que ingredientes teníamos en las cocinas.

- ¿Qué haces? - mire a uno de mis chefs principales

-Algo para comer- le reste importancia

-Pruebe esto- me paso un plato que él había realizado

- ¿Para qué es? - no recordaba ese menú

-Para los restaurantes- asentí mientras tomaba una cucharada

-Esta bueno- fui honesta con él

Comencé a picar mis ingredientes, mientras él se quedaba ahí mirándome todavía.

- ¿Algo más? - ni lo mire

- ¿Te ayudo? -

-Ella no necesita ayuda- levante mi mirada al escuchar a Bonnet

El caminaba hacía mí con un semblante serio.

-Victoria, el señor Bonnet la anda buscando- levante mi ceja hacía Wilfredo

-Fíjate ni cuenta me di- fui sarcástica para continuar cocinado

- ¿Desea que la ayude? - negué hacía mi chef

No quería tanta incomodidad.

-Todos afuera- Wilfredo saco a los otros chefs

- ¿Qué desea señor Bonnet? -

Que diga que besarme- pensé nerviosa

-Hablar de negocios- lo escuche a mis espaldas

-Inicia- continue cocinando

-Bueno me llego un documento bajo su firma y entiendo que para ese empaque se nos dificulta la trasportación-

Busque un romero y la carne roja que me haría.

-Evaluaré entonces el empaque de nuevo- ni lo mire

-Esta cocina es inmensa-

-Claro comparado con lo que no tienes- dije sin pensarlo

Al girar él estaba demasiado cerca de mí.

- ¿A dónde vas? - señale la alacena detrás de él

-Antes te debo una disculpa- coloco su mano en mi cintura

Mi Hijo | Nuestro HijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora