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Damon Bonnet

Una semana ya había pasado y todo se me hacía más complicado.

-Pensé que nunca llegarías- mire a Frederick quien entro a la oficina que tenia en la fabrica y distribuidora

-Se me hizo difícil volver y dejarla- reí

-Al fin sufre lo mismo que yo- aplaudí

El se sentó frente a mi y comenzamos a discutir los contratos que tenia pendiente.

-Merezco regresar a casa pronto- mire el techo

-Vi tu entrevista y digamos que haz sido la sensación de todo él mundo- reí negando

-Solo soy un hombre enamorado de su mujer que quiere dejarle saber a todo él mundo lo importante que ella es para mí-

-Dios, que cursi- el me tiro con un bolígrafo

-Me mataras y debo regresar con vida a casa- me hice el dramático

-Pero cuéntame ¿qué tal las cosas con Cailin?-

-Pues, que te puedo decir...- pauso haciendo todo un poco más complicado- le robe otro beso, pero esta vez me lo acepto - los dos nos pusimos de pie e hicimos un pequeño baile de emoción

-Sabes que debes cuidarla y no lastimarla- él asintió rapidamente

-Lo menos que quiero es lastimarla- sonreí

-Es que si lastimas a cualquier mujer sabes los ue te pasara- lo señale y él asintió

-Bueno vamos a lo que venimos- cambie de tema

Hoy Frederick tenia que ayudarme a terminar de cerrar estos contratos para regresar pronto a casa.

Ya había pedido que construyeran la casa y todo era esperar un poco a que la terminaran.

Claramente todo al principio será un poco difícil, pero ya con la casa terminada todo podrá mejorar.

Pasamos horas ahí sentados solo hablando y discutiendo los cambios en los contratos.

***

Dos semanas mas habían pasado y aun no terminaba con todos los contratos.

-Por Dios terminemos con estos ahora- me queje mirando a Frederick

-Es lo que también quiero -

-A trabajar- aplaudí como si eso hiciera que mi trabajo disminuyera.

Mi teléfono comenzó a vibrar y era una videollamada de mi reina.

-Debo responder- Frederick asintió

Videollamada

-Am... Campeón- sonreí al ver el rostro de mi hijo bien cerca

-Papi- sabía que estaba sonriendo por el único ojo que podía ver en la pantalla

Mi Hijo | Nuestro HijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora