˚37˚

9.2K 664 38
                                    

Victoria Anderson

Un estruendo de un auto chocar contra algo se escucho posiblemente por todo el lugar.

-¡DAMON!- grite

Mi corazón se contrajo.

Solo fui capaz de tomar a Emilio de su mano y correr con Estela detrás de mí.

Corrí en su búsqueda.

En mi mente solo le pedía a Dios que él estuviera vivo.

Al llegar a donde había sido el accidente mi corazón se detuvo.

Había demasiadas personas alrededor de lo que sería el accidente.

Unas sirenas sé comenzaron a escuchar y no podía reaccionar.

Tenía a Emilio conmigo y no quería que mirara el accidente.

No sé como su padre podría estar, pero si él no estuvo en ese accidente.

-¿¡Damon!?- grite su nombre mientras esperaba que él apareciera con vida de cualquier lado

Del desespero comencé a llorar.

Busque el chaleco de Estela y se lo coloque para tener mejor control de ella.

-No sueltes a Estela- Emilio asintió

Cruce con ellos ya que unos policías detenían el tránsito y desviaban los autos.

Me acerque y no podía ver nada por toda la gente que estaba ahí.

No queria desesperarme.

-El esta bien- susurre varias veces

Algo me decía que Damon estaba ahí, pero con tanta gente no podía llegar a los afectados

-Señorita necesito que se aleje tiene un menor y la escena no es tan agradable- un policía me empujo suavemente hacia atrás

-Es...Espere- sollocé

-Creo que ahí esta mi novio- el me miro con pena

-Si es su novio el que sufrió el accidente, déjeme decirle que la cosa no se ve tan bien. ¿El nombre de su pareja?-

Dude en decírselo.

-Damon- solloce con cierto dolor

-Averiguare, pero quédese aqui- asentí

Lo único que quería saber es que él estaba bien.

La policía comenzó a retirar la gente del accidente.

-Ese hombre no esta para contarlo- escuche a uno.

Mi corazón latía deprisa sin saber realmente qué paso.

-No debí dejarlo ir por agua- susurre secando mis lagrimas

-Mami- Emilio abrazo unas de mis piernas

Todo pasaba frente a mí de manera lenta.

No entendía nada de lo que pasaba.

Nadie me decía nada.

-¿¡Damon!?- volvi a llamarlo

Con mi mirada lo buscaba, pero no había rastro de él.

-Por favor Dios que él este bien- susurré mientras apretaba un poco la mano de mi hijo

Estela ladro varias veces por lo que la tuve que sostener para que no saliera hacía ningún lado, no quería que nadie más saliera lastimado.

El auto que se había accidentado comenzó a tener fuego.

Mi Hijo | Nuestro HijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora