capitulo catorce 𓆈

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Este es el momento en donde tenemos que pagar por nuestros platos rotos, y eso no seria ningún problema en la vida de Cleo y Ash, pero ahora contamos con que por la mañana un agente iría a buscarlos para empezar su ciclo escolar.


—Okey, yo soy policia bueno y tu malo ¿No? —Cleo repasaba su plan.

La rubia daba vueltas en la sala, mientras Ash se encontraba sentado en el sofá, viendo a Cleo ir de un lado a otro.

—Si —afirma— ahora ¿podrías quedarte quieta?

—No empecemos con tus quejas.

—Me mareas —sigue.

—¡Pues no es mi problema!

Por el tono, Ash abrió la boca en un gesto ofendido. Tomó un almohadon y lo lanzó en forma de venganza.

—¡Cálmate! —le grita.

—¡Ah! —Cleo pone su mejor cara de sorpresa al sentir el almohadon en su cuerpo.

No dudó en inclinar la cabeza, mirandolo fijamente a los ojos, mientras Ash fruncía el ceño tratando de entender que planeaba la rubia.

Cuando Ash entendió, empezó a levantar sus manos para defenderse.

—¡Hey, hey no! —pedía mientras Cleo se acercaba a él.

La rubia se lanzó encima, tomando todo para golpear a Ash, quien se defendía a risas.

—¡Basta! —pedía mientras Cleo seguía con su nerviosa tarea.

Estaba totalmente enojada con el, alterada.

—Bien, ya despertó...

Fez entraba por la puerta, arreglando su ropa llena de sangre, encontrandose con Cleo totalmente despeinada y con un almohadon del sofá en sus manos, sobre Ash, quien tenía sus brazos sobre su cabeza.

—¡El empezó! —se excusa Cleo.

—Dios mio —Fez toma su cabeza entre sus manos—. Vamos a hablar con el, sin peleas.

—Vamos —asintió Ash.

Ash se levantó de golpe, arrastrando a Cleo en su moviento, dejandola caer sobre el suelo.

—Uy —hace un gesto de dolor al ver a la rubia en el suelo.

—Gracias —soltó sarcástica.

Ash regresó en su dirección, tomandola por los hombros y levantandola de golpe.

—Ahora si.

Cleo se encargó de poner a lleno la luz sobre el rostro del contador del, ahora muerto, Mouse.

—Serán unas preguntas.

El contador miró a su alrededor, era una habitación oscura, algo fría. Las únicas personas en el lugar eran la rubia y Ashtray.

La rubia apuntaba a su cara, con una leve sonrisa, mientras Ashtray se encontraba detrás de ella con un arma en sus manos y una mirada aterradora.

Prófugos [Ashtray] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora