Prófugos [Ashtray]

capitulo tres [2]

Las vacaciones de fin de año habían llegado, pero Ivers no dejaría que los niños en su caso solo tuviera un día de clases.

Aprovecharía el tiempo de receso escolar para realizar proyectos y adelantar a Cleo y Ashtray.

—Son unos días, me gustaría que Cleo entrara en el proyecto —dijo el canoso.

La asistente Ivers rasgo sus ojos con sospecha.

—¿Solo Cleopatra? —preguntó—. Ashtray es parte de mi caso.

Cal aclaró su garganta, buscando las palabras para decir lo que quería comunicar sin sonar muy malvado.

—Siento que Ash es... mas complicado para esto.

—Bien, dices que es un caso perdido —simplificó Ellen, haciendo suspirar a Cal agobiado.

Justo cuando Cal iba a reclamar, la puerta fue abierta de golpe, dejando ver a Nate con una rubia detrás.

Ellen rapidamente reconoció a Cassie.

—¿Cass? ¿Que haces aquí? —preguntó Ivers.

Ellen había trabajado unos años en conjunto con la madre de Cassie para sacar el caso de sus hijas y el abandono y robo del padre. Había formado grandes lazos con Lexie y Cassie mientras ellas crecían.

Cassie abrió su boca en un gesto sosprendido, buscando ayuda en la mirada de Nate. No sabía como responder el hecho de que estaba con el ex novio de su mejor amiga.

El cuál era un loco manipulador.

—Trabajo de la escuela —respondió Nate— ¿Tú que haces aquí?

—Preparativos para un campamento en la escuela —comentó Ellen—. Es para los nuevos, se llaman Cleopatra0 y Ashtray, es algo loco lo sé.

Nate miró a su padre, notando que Cal ya le mantenía una mirada de advertencia.

Ellen no sabía nada de la situación.

—Un campamento, genial —apoyó Nate.

—Sí... puedes ir a hacer tus trabajos —respondió Cal.

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Cleo se encontraba realmente estresada al tener a Rue a su lado, cantando a todo pulmon mientras bailaba.

Fez parecía no reaccionar ante la molesta situación, a pesar de las insistentes miradas que Ash le daba.

La rubia se encontraba recostada en las piernas de la morena, y con los moviemientos se movia sin parar.

—Rue... —dijo Cleo, pidiendo que dejara de mover sus piernas.

—Oh perdón.

Suspiro poniendo su gorra blanca sobre su rostro, intentando bloquearse de la voz de Rue y pensar en el plan que tenían para su negocio.

Ash tomó su arma en sus manos, y quiso saber que sucedía con la rubia que descansaba detrás.

Estiró su cuello, observando a Rue con una expresión ruda y después bajando su mirada a Cleo.

Ella tenía una vieja gorra de él en el rostro, dejando ver unicamente sus rosados labios cerrados, haciéndolo suavizar la mirada. Mantenía su dorado cabello en las piernas de Rue, y sus brazos cruzados. Vestía con unos shorts negros y una remera de tiras del mismo color, escotada y pegada al cuerpo, no era como ella solía vestirse pero tampoco le quedaba mal.

En el regazo de Ash se encontraba una ligera campera negra, una extra que había llevado al ver a Cleo salir de esa manera. Negó con fastidio al notar lo idiota que podía ser por ella.