Prófugos [Ashtray]

𓆈 capitulo uno [2]

Cleo y Ash salieron de la casa, mientras Fez los acompañaba detrás, a paso lento, viendolos marchar hacía la camioneta del agente.

Metió las manos en sus bolsillos, notando como Cleo se daba vuelta para sonreirle y darle un dulce saludo con su mano. Pero Ash solo volteo notando el gesto de Cleo hacía Fez, y sin despedirse, volvió a mirar el camino.

Fez le devolvió el gesto a Cleo y ella miró al frente, notando algo raro en el agente que los esperaba junto al chofer.

—¿Por qué el agente esta empapado en leche?

Ash miró en dirección contraria, chasqueando la lengua.

—Se lo merecía —se excusó.

Ash entró en la cocina, frotando su pelo corto totalmente mojado por la reciente ducha.

Saludo a su hermano mayor y notó como Cleo seguía en el baño, por eso aprovecho para ganar el tazón de leche grande y servirse toda la caja de cereales.

—Hey niño, con tanto en el tazón llegaremos tarde y eso no pasará —dijo el agente, parado en la puerta de la sala.

Ash elevó con lentitud la cabeza, solo para dedicarle una mirada ruda al agente.

¿Por qué todos se creían con la confianza de tratarlo como a un niño? O un imbecil, mejor dicho.

¿Estaba perdiendo su rudeza?

—Cierra la maldita boca —soltó Ash.

—¿Disculpa?

Ash tomó el cartón de leche y lo tiró con velocidad y brutalidad hacía el agente.

Cleo sonrió con algo de orgullo, pasandole una pequela miradita a Ash.

Traía un conjunto negro, de los típicos que solía llevar, acompañado por una cadena ligera y unas zapatillas blancas. Era algo que el siempre llevaba puesto, pero ese día se veía mejor que de costumbre.

—Tienes el pelo algo largo —opinó Cleo.

—Y tú pareces prostituta —contestó Ash.

—¡Ashtray!

Ash soltó una risita ligera y se adelantó para subir a la camioneta primero.

Antes de subir, Cleo se posa en el marco de la puerta, con el ceño fruncido.

—¿En serio parezco prostituta?

—No, estás... linda —dijo con algo de desagrado.

Cleo ladeo la cabeza y subió a su lado.

Ash notó como Cleo arreglaba su falda para que no se viera nada de más, y suspiró antes de sacarse su buzo negro y dejarlo sobre el regazo de ella.

Cleo volteo a verlo y él evadió esa mirada, centrando su vista directo a la ventana.

Olvidó la situación cuando notó una camioneta blanca estacionada sobre la calle siguiente a su casa.

No era algo muy normal, la gente no paraba por estos lados y menos con esas camionetas.

Los únicos con cosas tan costosas en la zona, eran ellos, pero ellos eran traficantes de droga.

¿Nuevos traficantes?

Frunció el ceño, mirando directo a la zona del conductor, notando un leve movimiento dentro.

Y entonces lo notó, Cal dentro, mirando lo que sucedia con ellos.