capitulo cuatro [2]

3.9K 289 97
                                    

Mientras tanto nuestra querida familia...

El cuerpo de la rubia fue estampado contra la pared, pero a pesar de que todos en la sala parecían asustados, ella no podía parar de reírse.

¿Por qué? Oh, conoció a Faye.

///
—¿Quién mierda es esta perra? 

—Fez... —soltó Cleo.

—Lo siento.

Ash carga el arma al ver a una rubia, delgada, pecosa y de piel palida con grandes y rojos labios.

Cleo la examina y la platinada la observa con una leve sonrisa antes de saludar.

Fez baja del auto y se acerca al ex empleado de Mouse, listo para pedir una explicación sobre quien mierda era la rubia.

—Es mi puta novia, tranquilo —se le escucha murmurar, mientras se lleva a Fez para charlar en privado.

Justo cuando Ash iba a hablar, la ventana sonó con un toc toc desde afuera.

Todos giraron, hasta los tres del exterior.

///

Fez no le quitaba los ojos de encima a la castaña.

///
Una castaña sonriente se asoma por la ventanilla.

—¡Grecia! —saluda Cleo.

—No puede ser... —dijo Fez en un suspiro.

—Tendrías que entender ya que no me puedes controlar —se excusa la castaña.

—No te quiero ver aquí.

—Tranquilo, en cuanto me lleve a Rue no me verás más —ataca.

—¿¡Pueden tener esta charla después?! —pide el contador.

Fez frota sus ojos y el ex trabajador del difunto Mouse explica que la platinada era su pareja, y ahora que su ex jefe murió, no tenía quien la cuidara.

—Bien... todas al auto —acepta Fez.

El hermano mayor camina a la ventanilla, observando que todo este bajo control, mientras Cleo y Ash seguían encimados y atentos a lo que pasaba.

—De diez a quince minutos máximo —informa Fez— ¿de acuerdo? Quedense en el auto. No hagan estupideces.

Cleo estaba a punto de bajar e ir con su hermano, pero Fez la frenó.

—Te necesito aquí, eres la única cuerda.

—¿Es en serio? Deja de dudar de mi —dijo enojada.

Estaba cansada de ser la niñera, algo que era totalmente íronico porque era la menor.

—Lo siento Cleo. No dudo de ti, solo que eres mas importante aquí —deja de mirar a Cleo, para indicarle a Ash:Andando.

Cleo suspira en reproche y se baja del auto para dejarle el camino a Ash, pero evita mirarlo, le parecía injusto que él fuera y ella se limitara a esperar en el auto.

Mientras arregla el bolso con dinero y esconde las armas correctamente, Ash nota el puchero de Cleo y su expresión de brazos cruzados.

—Agh —suelta antes de acercarse a ella y plantar un pequeño beso en su comesura, algo que la toma por sorpresa—. Deja de ser tan berrinchuda.

Cleo cambio por completo su expresión, y la presión cosquillosa en su estómago no ayudaba con eso.

Sin más, Ash cargó las cosas y salió detrás de los dos hombres delante de el.

Prófugos [Ashtray] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora