CONVENCEME 1994  my﹢jh

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El aire pareció volverse espeso y mi respirar dificultó que lograra mantener mi calma.

Imposible.

No encuentro lógico que un oficial o miembro de investigación dejara algo así apropósito aquí, tampoco que un funcionario rico de ésta residencia lograra ingresar a la casa evadiendo la seguridad de la puerta sólo para jugarle una broma a cualquiera.
El asesino no pudo haber dejado ésto aquí tampoco, tal vez es una equivocación; porque si realmente fuese él, entonces éso significaría que-...

él sabe de mí.

Claro que no, fuí cuidadoso; ¿Cómo puede ser posible?
Estamos hablando de un erudito sanguinario, alguien como él podría saber quién soy sin la necesidad de dejar una nota para preguntarlo cortésmente, así no es él.

Incluso si realmente fuera el asesino, de saber que un tercero se encuentra husmeando en cada crimen cometido, al día siguiente ya lo hallarían muerto. Alguien como Agust D no se arriesgaría a testigos o curiosos como yo.

Observando de nueva cuenta detrás de mí por seguridad volví mi vista al papel.

Siendo entonces que no es el asesino, voy a contestar, no será la gran cosa; nombres como el mío hay por montones en ésta ciudad.

—Un lápiz, necesito algo para escribir. —Antes de siquiera colocarme de pié, me sobresalté al sonido de algo caer al suelo.

Rápidamente miré a mi derecha y noté como del suelo, un lápiz rodaba hacia mi dirección.

Una gota de sudor resbaló desde mi frente y mi cuerpo se paralizó.
Levanté mi vista lentamente, como si mi cabeza pesara como nunca antes, y tragué en seco.

La oscuridad consumía cada rincón que intentase observar, la luz de la luna y los alumbrados, eran para nada útiles si intentaban ayudar a que mi visión se expandiera en una casa totalmente careciente de energía eléctrica.

No podía ver en lo absoluto, mi propia mano y el papel eran apenas visibles para mí, debía salir de aquí cuanto antes.

Con mi temblorosa mano, tomé el lápiz cerca de mí e intenté escribir Hoseok bajo la pregunta.

Mi pulso era un desastre, estaba asustado hasta la médula; ¿Era el asesino o alguien escondido jugándole una broma al primer idiota que cruzase la puerta?
Deseo que fuese ninguno de los dos, prefería un fastasma por sobre Agust D ésta vez, no tenía en mis planes morir aún; al menos no hasta que papá estuviese totalmente orgulloso de mí.

Respire con detenimiento e inspeccioné el papel por última vez.
Y tal como creí, al final, casi en la punta de uno de los lados, preguntaba;

“XXXX” — primeros dos dígitos de unión al conglomerado de la familia / últimos dos dígitos de código familiar.

*números juntos.

¿Qué es ésto? No tiene sentido, ¿Para qué necesitan algo así?

Con los nervios y las emociones a flor de piel, me debatí entre contestar o correr como alma que llevase el diablo hacia afuera; ésto estaba llevando demasiado tiempo, HoonJong estaba esperando por mí y no debía permanecer más minutos aquí.

Qué va, será rápido; el bromista será atrapado pronto. Agust D no quiere curiosos, pero tampoco quiere farsantes que fingieran ser él.

Con mis piquetes nerviosos, escribí los dos primeros dígitos del año que se unió mi familia al conglomerado.

19.

Y los últimos dos dígitos del código que se le otorgó a mi familia al ingresar oficialmente al negocio.

94.

Listo, los números estaban juntos.

1994.

¡Bam!

Reprimí un grito y me giré a la velocidad de la luz para observar tras de mí.

La oscuridad absoluta me había envuelto, todo alrededor comenzó a asfixiarme y mi ansiedad ante la situación aumentó.

La puerta se había cerrado fuertemente.

Quizás el viento empujó la puerta, estoy seguro de que sólo fué el viento.
¿Era así o sólo intentaba engañarme para mantener la calma?

Olvidando lo que hacía y priorizando mi seguridad, me arrastré por el suelo tanteando éste a falta de mi visión e intenté encontrar la base de la puerta.

Mi respiración era agitada, logré sentir la puerta; me puse de pié rápidamente y abrí la puerta.
Ésta se abrió fácilmente permitiéndome ver el exterior luego de haber sido envuelto por oscuridad con anterioridad; salí tan pronto mis piernas lo permitieron y corrí.

No miré hacia atrás, sólo necesitaba llegar a HoonJong y salir de éste lugar.

Fuese un bromista o fuese el viento, fué suficiente por ésta vez; ésto finalmente me abrió los ojos ante el peligro que podría sufrir si no tenía el suficiente cuidado. Obtuve mi lección, jamás volvería a hacer algo como ésto.

—¡¿Por qué ha demorado tanto?! He estado muy preocupado, estaba a punto de llamar a la polic-...

—¡HoonJong, sólo ponte en marcha! Lo siento, lamento haberte hecho hacer ésto por mí, jamás volverá a pasar, lo prometo. —Me sinceré luego de calmarme a mí mismo.

Estar dentro del automóvil y con alguien de confianza que me protegería cual fuese el peligro, me consolaba en un momento como éste.
Debí parar en el momento que visité la primera escena, fuí un idiota.

Me conformaré con sólo anhelar y admirar anónimamente desde mi seguridad, no necesito llegar tan lejos para sentir aquéllo que mi cuerpo aclama.

Jung Hoseok — 1994