Thinking about you; p.gavi

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Gavi

—Sabes que llega hoy ¿No?

No hacía falta ponerme a pensar demasiado para saber de quién me estaba hablando.

—Sí. —afirmé terminando de cortar unos tomates para la ensalada.

Aurora había venido a comer a mi casa, como cada viernes. Normalmente viene Pedri con su hermano, pero estaban haciendo unas cosas de publicidad. Al igual que el novio de mi hermana aunque hoy estaba muy liado con unas prácticas que le han ofrecido en una empresa. Los cinco conseguimos hacer muy buenas migas en estos últimos años.

Dejé el plato encima de la mesa y me senté después de servirnos agua a los dos. Zampé la carne como si me fuese la vida en ello y pinché el tomate para metermelo en la boca y saborearlo.

—¿Y Olivia...

—Lo sabe. No quiero sacar el tema con ella para acabar discutiendo otra vez. —afirmé limpiandome con la servilleta.

Mi hermana suspiró. Estaba harta de mi relación con la influencer, no la gustó nada desde el primer momento. Menos todavía cuando se enteró que en su círculo de amigas se encobtraba Violeta, la ex de Rubén y bueno... Con la que pasaron muchas cosas en relación con la familia Martínez. Cosas que Rubén me ha contado prácticamente al completo de su propia boca.

A pesar de haberlo dejado con Lu... Luna, no he perdido el contacto ni con su hermano ni su prima ni su mejor amiga. Encajamos muy bien desde que nos conocimos y prácticamente somos del mismo grupo de amigos. Al principio, yo no sabía que Olivia tenía relación con Violeta, hasta que decidió invitarme a ir con sus amigas para hacer más íntimo nuestro vínculo según ella.

Cuando nuestras miradas se cruzaron, quise irme de allí lo antes posible, pero tampoco quería hacer ningún feo a Olivia, por lo que me quedé sentado muy incómodo y sintiendo la mirada de la pelinegra constantemente. Y creo que... creo que desde que salió la foto en la que se nos vio juntos, con más gente, Luna y yo perdimos el contacto por completo.

Cuando se fue a París ya lo perdimos bastante aunque las primeras semanas hablásemos un montón, pero en ese momento fue definitivo. Fui a verla para intentar hablar las cosas y la vi besándose con un chico, me hirvió la sangre de verla así con alguien que fuese yo y me fui después de pasar una noche en ese puente. Luego coincidimos otra vez porque la invitaron a un partido nuestro en París y evitó mi mirada completamente, al igual que yo la suya aunque mi cuerpo me pedía no hacerlo.

Y sí, dolía. Dolía y mucho.

—Sigo sin saber qué haces con esa chica. —soltó con retintín.

—Me gusta. —dije pasando por alto su tono de voz. Ella resopló.

—No, Pablo. No te gusta. Te quieres meter esa idea en la cabeza para no hacerte sentir mal y así no pensar que en realidad la estás utilizando de forma inconsciente para olvidarte de Luna. Además, sois una relación de pega para los medios y redes sociales.

—Aurora, estoy harto de esta conversación.

—Y yo de que no lo admitas. Olivia no te gusta y no es buena persona, pero como juntos dais una buena imagen en sus redes sociales y en las revistas, sigues con ella. Como un mandado. ¿Tenéis algún contrato o algo de por medio?

La situación se empezó a calentar tanto que ella ya había levantado la voz. Yo di un puñetazo en la mesa provocando un pequeño susto en mi hermana. Me relajé, no debía reaccionar así por lo que cerré los ojos y respiré profundo.

—Deja el tema ya, Aurora. No vas a lograr nada.

—Como tú digas, campeón.

La miré ardiendo por dentro pero controlé mi ira. Ella también lo hizo y continuamos comiendo de forma muy tensa.