Luna
La semana pasada se cumplieron tres años de la muerte de mi padre. Era duro tener que recordarlo. Saber que cuando veo las fotos, ya son solo un simple recuerdo capturado que no volverá a repetirse nunca más. Pero al final la vida es así, unos vienen otros se van. El ciclo de la vida no se puede cambiar, la mayoría de las veces era súper injusta con las personas, pero siempre te da lecciones de las que por fuerza te tocará aprender.
Fui al cementerio con mi familia y luego Pablo me vino a buscar para llevarme al entrenamiento. Tenía que hablar con los directivos del club para que me dejasen viajar a Sevilla por el partido contra el Betis. No solo me apetecía a mí ir al sur, Pablo quería ver a su familia de nuevo y, además, era el partido contra el equipo en el que empezó desde muy pequeño, por lo que es algo especial para él. Me había perdido ya varios partidos tanto fuera como en casa, que por suerte, ganamos ambos. Era gracioso porque yo estaba en las gradas altas, donde se encuentran las zonas VIP y le mandaba mensajes a Luca para que hiciese los cambios, estrategias... No quiero pensar que eso está prohibido, pero la FIFA también entendió la situación y al final, el club no me ha quitado ser primera entrenadora, si no que alternaremos entre mi segundo entrenador y yo.
—¿Entonces vienen los abuelos? —cuestioné a mi madre mientras la ayudaba a colocar la vajilla.
—Sí, tu abuela quiere conocer al chico que ha cautivado a su nieta y tu abuelo... ya sabes que no se pierde un partido y menos contra el Betis
Me reí ante su comentario. Mi abuelo lleva siendo aficionado del Betis toda su vida. Es verdad que nunca se ha perdido un partido del club, pero cuando juega o jugamos contra el Betis, tened por seguro que es el primero en acudir. Y mi abuela quiere volver a ver a Pablo, desgraciadamente lo conoció cuando falleció mi padre, pero no han tenido más encuentros. Además, las luces de Navidad las encendían ese mismo día, por lo que sería bonito verlo.
—¿Os importaría compartir el avión con las familias? —pregunté algo preocupada— Vienen bastante familiares desde aquí a Sevilla y la organización no deja que vengáis con nosotros, pero sí estáis en el mismo hotel.
—Claro, no te preocupes. Lleva siendo así toda la vida —aseguró mi madre con una sonrisa— ¿Luego te quedarás unos días con Pablo? Es vuestro último partido hasta después de Navidad.
—Ya... de eso quería hablarte —cerré el armario al finalizar de guardar los platos y me apoyé en la encimera de la cocina. Mi madre se cruzó de brazos con una sonrisas.
—¿Qué pasa, cielo?
—La familia de Pablo quiere que vayamos allí a pasar nochebuena.
—¿Y cuál es el problema? ¿No quieres ir? —se acercó a mi con preocupación, pensando que pasaba algo.
—No. No, no. Quiere que vengáis Rubén, los abuelos y tú. Como una comida... ¿oficial?
Ella me miró con la ceja encarnada y con una sonrisa de boca cerrada. Ella ya sabía que habíamos vuelto y que lo mío con Charles no fue bien. Claramente no la conté todos los detalles de lo que pasó, si llego a hacerlo probablemente se asustaría y cantaría las cuarenta a su amiga, pero yo no quería que dejase de llevarse con ella solo porque nosotros ya no estemos juntos. Al final, ellas se conocían desde hace mucho y nosotros hemos llegado después al mundo.
—Así que vais muy enserio...
Solté una risilla nerviosa ante su comentario— La última vez íbamos también enserio. Además, no me puedes decir eso cuando las Navidades que pasamos en nuestra antigua casa estaba toda su familia— me quedé pensando y continué hablando—Bueno, y tus amigos, la gente del equipo, mis amigos...
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Thinking about you; p.gavi
Teen FictionSEGUNDA PARTE DE INEFABLE ¿Cuántas veces nos habremos pensado a la vez? La vuelta siempre es bonita pero dura. Dejas atrás muchas cosas que han formado parte de ti dutante dos años, pero vuelves más fuerte que nunca al lugar donde naciste y donde se...