La carreta era jalada por caballos y las personas adentro iban muy apretadas con frio y hambre. Pero la estreches no les importo, ya que se acurrucaban unos a otros para darse calor mutuo.
Terry se fue hasta el último extremo de la carreta y esperaba que nadie lo reconociera. Boudica se sentó frente a él, tratando de tapar la visión del joven. Y de no llamar la atención.
Boudica interrogaba a los que estaban ahí presentes de donde eran y a donde serían llevados. Pero sin revelar quienes eran.
La personas le decían de donde eran pero no el saber a dónde eran llevados.
Después de un día de camino fueron interceptados. Vieron a los soldados que los llevaban un poco inquietos y eso los asustó, ya que la incertidumbre de su futuro los tenía en alerta. Pero entre las rendijas algunos trataban de observar quienes eran los que hicieron frenar su marcha, Terry y Boudica estaban atentos a saber cuál sería su destino. Así que prestaron atención ya que al estar en el fondo de la carreta no podían ver.
- ¿De dónde vienen? Pregunto uno de los soldados.
-De las tierras del sur, por el mediterráneo. Dijo la grave voz.
- ¿Ya veo nuevo cargamento? pregunto el soldado.
- ¿Y tus pupilos? hablo un soldado más.
En la escuela de gladiadores ya sabes no puedo dejarla sola. Pronunció la masculina voz.
- ¡Esa voz! Hablo Boudica con desconcierto y sorpresa.
- ¿Dónde conozco esa voz? Susurro ella para sí.
¿Lo conoces? Pregunto Terry, que ya estaba inquieto.
-Bien, que llevas ahí. ¿Algo interesante? Dijo el hombre haciéndose su voz cada vez más familiar.
-No sólo basura dijo el soldado. Los llevamos a Roma, esperamos que tal vez tengamos alguna ganancia. Al menos que cubra el viaje, a las frías tierra de Britania.
-Es... Dijo Boudica mientras ella cubría su boca con sus manos y su mirada de sorpresa.
Terry procedió a salir de inmediato o al menos a llamar su atención.
- ¡No! si te descubren sería la muerte de los dos. Déjame a mí. Hablo la mujer.
- ¡Agua por favor! Gritaba Boudica.
- ¡Cállate maldita bruja! acaso no estas acostumbrada a él infierno que pides agua. Dijo el soldado soltando una carcajada.
-Muero de sed solo un poco de agua, y no hablaré más. suplico.
-Maldita zorra sólo te daré una paliza. Dijo el soldado acercándose a la carreta.
- ¡Espere! Dijo el lanista. Al ver que el soldado tomaba el látigo en su mano.
- ¿Puedo hacerlo yo? Pregunto el lanista.
- Zorro malvado. Dijo el soldado dándole el látigo y habiendo la Carreta a los prisioneros.
-QUIEN ES LA ZORRA ESCANDALOSA. Gritó el soldado.
El rostro del lanista era de sorpresa y temor, esa voz lo lleno de temor y alegría al mismo tiempo, ya que si era ella, era como recibir un regalo del cielo, pero de miedo al mismo tiempo temor de ver que corría grave peligro. Y aún más después de llegarle la noticia de la casa Grandchester su gran tragedia, justo a donde se dirigía para saber que había pasado.
Las personas en el interior señalaron a la mujer, para ser librados de una paliza. Ella le hizo una señal a Terry de que no hiciera nada que ella trataría de ver si lo que pensaba era verdad.
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Leyenda
FanfictionEsta historia es ambientada en los finales del imperio Romano. daremos un paseo por la historia con nuestros amados personajes, de la historia de Candy. con un personaje histórico, Boudica, una reina de las tierras de Britania que acompañará a nuest...