Capitulo 1: Terry

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Roma 408 D C.

Eliza caminaba por el gran salón con Clara molestia en su rostro, y ella al ver a su hermano aceleró el paso.

Neil le daba la espalda y ella si medir las consecuencias de sus actos lo volteo con severidad y le dio una sonora cachetada.

Todos se quedaron sorprendidos Anthony uno de los tribunos y los miembros de la asamblea no salían de él asombro de que el futuro Cesar fuera golpeado, no importaba si era su hermana, pero era una ofensa imperdonable al segundo hombre más poderoso de Roma.

Eliza con su mirada altiva y su respiración agitada levantó su mano de nuevo viendo el desconsiento de Neil, pero este sostuvo en el aire su mano y con fuerza la empujó cayendo Eliza al piso abruptamente.

El momento fue incómodo para los presentes, ver que los dos hijos del Cesar se estaban faltando al respeto, era todo un escándalo y nadie se atrevió a decir nada ni a recoger a la chica.

Es verdad que Neil era el futuro Cesar, pero Eliza era la adoración de... Tulio Cesar padre. Y eso lo sabía muy bien Eliza.

Pero él silencio que Reino por un momento se vio interrumpido por un fuerte grito de Neil.

- ¡Lárguense!

Los presentes dejaron de inmediato el lugar, sin mediar palabras mientras Neil miraba con furia a su hermana tendida en el pisó.

- ¡Eres un maldito! Grito Eliza al estar a solas.

Agradece que aún estas vivan, dijo levantándola Neil con brusquedad.

-Le diré a mi padre. Dijo ella mientras organizaba su atuendo.

-Me humillante frente a todos. Dijo Eliza al borde de las lágrimas.

- ¡A! ¿Y tú acaso no lo hiciste al entrar de esa forma? Por lo que hiciste cualquier persona del imperio estaría muerto. Neil resoplo.

-Debes agradecer que eres mi hermana y a pesar de todo te amó.

- ¿Por qué estas así? Acaso que capricho no te cumplí. Dijo Neil tomando una copa de vino.

- ¿Capricho? Esto no era un capricho, me quitaste lo único que en verdad me importaba. Dijo ella comenzando a llorar.

- ¡A! Ya sé de qué me hablas. ¿Del maldito de ese frío poblado, de la casa Granchester? Respondió Neil.

-Si, te suplique que no hicieras nada en contra de ellos. Al menos de él, de Terry. Además mi padre había firmado un tratado de paz con su padre, Richard y sabes que lo nombro tribuno de las tierras de Britania.

-Mi padre está enfermo y lo sabes bien, todos piensan que él está en batalla pero tú y yo sabemos que pronto morirá. La lepra ya lo ha consumido demasiado. Pronunció esto en voz baja.

- ¿Sabes que esa familia no quiere que yo sea el nuevo cesar? Dijo observando con furia a su hermana.

-Si pero yo lo quería para mí, y mi padre estaba dispuesto a negociar con ellos un ventajoso matrimonio. Fueron sus palabras quitándole la copa y arrojándola con furia al piso.

Neil la tomó de los hombros y luego la abofeteo cayendo ella de nuevo.

- ¡NO PERMITIRÉ QUE ME FALTES DE NUEVO AL REPETO. Y MENOS POR ESE MADITO... DE LA CASA GRANDCHESTER. ¡LOS QUE NO ESTÉN CONMIGO CORRERÁN CON LA MISMA SUERTE. INCLUYÉNDOTE! Dijo Neil mientras veía a su hermana llorar con su mano en la mejilla.

-Además ¿cómo esta eso de que querías casarte con ese imbécil? Pensé que tu esposo sería Anthony, él es el tribuno de Roma. Y de nuestra familia. poderoso y fácil de manejar, ara exactamente lo que yo le diga. Neil hablo con brillo en los ojos.

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