I

519 36 0
                                    

Solo podía oír el sonido de sus pisadas en el medio de la nada, la neblina no la dejaba ver, por lo que caminaba con las manos extendidas para adelante. ¿Cómo se alejó tanto? ¿cuánto tiempo había pasado? Minutos? Horas? Solo quería recoger las mejores flores y cuando se dio cuenta estaba sola y la neblina empezaba a rodearla.

No llamaba a su madre para no alertar a uno de esos monstruos devoradores de niños de los que hablaba su hermano, aunque la verdad no les temía, solo le preocupaba lo que le diría su madre al verla.

Entonces oyó un crugir de ramas no lejos, esto la alertó y apuró el paso, pero sintió las pisadas que se dirigían hasta ella, ya casi corría, podía oír gruñidos, no era uno ni dos, era una manada o jauría. ¿Cómo se le diría a este grupo que la seguía para matarla? Agitó la cabeza ¿cómo podía ser ese su ultimo pensamiento? Entonces chocó contra algo y cayó.

-oye ttu! Ten mas cuidado, mocosa!-abrió los ojos y vio a un hombrecillo verde regañarla, agitando su curioso bastón, a su lado había un joven de cabello largo, blanco y con marcas en su rostro, él la miro un segundo y luego alzó la vista. Otra vez se oyeron los gruñidos cerca, ella se puso de pié y se puso tras el chico, definitivamente él le daba más confianza-oye mocosa atrevida, largo de aquí! apártate de mi amo.

-Jaken-el hombrecillo guardó silencio, entonces el joven sacó su espada y antes de que ella se percatara de algo oyó varios auyidos lastimeros, luego silencio-estás bien?-ella estaba toda rasguñada a causa de los arbustos que tropezó al correr pero solo se fijaba en el joven frente a ella, era tan hermoso que le parecía irreal, ella le sonrió, algo que lo desconcertó aun más. Él se pone en marcha.

-amo! A donde va? No pensará llevar a esa mocosa con su gente-ël no contestó y la niña lo siguió sin decir nada, unos minutos después llegaron a un lugar donde no había neblina, desde allí podía ver a su madre, el demonio se iba a retirar pero la niña lo alcanzó y le hizo una reverencia.

-muchas gracias amo!-le sonrió nuevamente.

-ya vete con los tuyos y deja de molestar!

-gracias a usted también señor jaken-le dijo con respeto lo que lo sorprendió, una última sonrisa y salió corriendo.

-los humanos son muy extraños ¿no lo cree amo?

-andando, Jaken.

La niña llegó con su madre pero no dijo nada ni de los demonios que la perseguían ni de los ángeles que la ayudaron.

Eres lo que necesitabaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora