III

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Los siguientes años los 4amigos cumplieron lo dicho, Kagome luego de viajar por tres años había regresado para comenzar sus estudios de sacerdotisa y le iba muy bien. Kohaku ahora era policía y uno de los mejores. Ayame se casó y ya que no pudo ser modelo se la pasaba comprando casi a diario en el taller de Rin, Aunque mas lo hacia para quejarse de su esposo y gastarle el dinero.

A Rin le iba bien en su taller, le diseñaba a humanos y a mitad demonios, Ayame era la única demonio que le compraba pero igual ella daba todo de si para diseñarle a todos sin ninguna distinción, claro que los trajes para hanyou debían ser mas resistentes, pero la atención era la misma.

***

Un día Rin volvía de viaje luego de buscar mas materiales para los trajes cuando consiguió a una anciana en el camino tirada en el suelo.

-mi señora!-la atiende-está usted bien?

-una humana es la que me pregunta?

-eso es lo de menos, venga-la ayuda a ponerse de pie-ya es casi de noche y es peligrosa esta zona, no la dejaré aquí.

-mi hogar queda lejos.

-el mío queda cerca, se puede quedar conmigo el tiempo que necesite para recuperarse-le sonríe amablemente-sus ropas están sucias y rotas, allá le buscaré algo de su talla.

-no te molestes humana.

-no es molestia-la ayuda a caminar con cuidado.

-tengo mas años que los humanos habitando Japón y una de ellos debe ayudarme a caminar.

-tantos años? Debo ser muy afortunada-dice alegremente-estos días puede contarme sobre eso.

-Por qué no me temes?

-usted me haría daño?

-si.

-entonces debería gritar y huir?

-sería lo mas lógico.

-no lo creo, usted necesita ayuda, eso es lo que importa, ya luego que este mejor que sea lo que tenga que ser-vuelve a sonreír.

Eres lo que necesitabaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora