***
Una carroza halada por dragones se estacionó frente al taller.
-señorita Rin-un demonio de cabello verde azulado le hace reverencia-la gran señora ha mandado por usted y sus amigos.
-no era necesario, además falta Ayame, ¿no desea pasar y tomar algo?
-no puedo-dice extrañado.
-adelante por favor, señor-le sonríe.
-Rin, es un sirviente-le explica Kohaku.
-y eso qué? Es un ser vivo y sea de la especie o nivel social que sea, merece respeto-mira nuevamente al sirviente-por favor, pase-lo toma del brazo y entran.
-sabes que Rin es así Kohaku, seguro aunque fuera una gran señora sería así.
Media hora después llega Ayame con su esposo liga.
-disculpa Rin, pero liga quería venir, no quería que fuera sola al palacio del clan perro.
-es cuestión de estatus-dice Koga-Ayame es mi esposa y yo el líder de mi clan, además podría hablar un par de cosas con el gran perro demonio si lo veo.
-lo verás de seguro-dice Kagome y Rin le da un codazo-es su palacio.
-ya podemos irnos-corta Kohaku.
En palacio los recibió la anciana y su hijo.Rin los presentó y luego siguieron a los jardines.
-espero no tuvieran problemas con el viaje.
-para nada gran abuela, y el cochero fue muy agradable.
-lo atendiste bien?
-por supuesto!
-ay nieta, ya sabía yo, vas a mal criar a mis sirvientes.
-pero abuela...
-no importa, solo te lo permito a ti-mira a los demás-la gran sacerdotisa.
-no soy tan buena, sólo lo normal.
-puedo ver tu poder, eres grande y te volverás aun mejor-luego mira a Kohaku-te conozco?
-yo trabajé un tiempo aquí, al salir de la academia, mi señora.
-oh claro, el hermano de la capitana, eres muy bueno también.
-Gracias mi señora-ella mira a Ayame y luego a Koga que hablaba con Toga.
-los lobos a veces son unos idiotas-le dice con complicidad y ella ríe-pero aun así lo quieres.
-he aprendido a quererlo.
-gran señora-se le acerca un sirviente-el joven Inuyasha desea verla.
-estoy aquí.
-es que...
-dile a mi nieto que estaré aquí todo el día.
-si mi señora-dice poco convencido.
-podría decirle...-Rin guarda silencio.
-habla mi niña-le insiste la mujer.
-podría decirle a sus nietos que nos acompañen si gustan.
-ya oíste, ve-el demonio se va.
-Rin estas segura?-pregunta Ayame nerviosa, por lo menos Toga no tenía tan mala reputación como sus hijos.
-no hay que ser descortez, además es su hogar.
-ya mis nietos hubieran dicho lo contrario-en eso oyen un escandalo acercándose y ella torció el gesto-ya viene mi nieto menor.
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Eres lo que necesitaba
FanficSus vidas se cruzaron cuando ella era una niña y se reencontraron años después. Ella siempre anheló volver a ver a su ángel guardián, pero él al principio solo veía una humana más, hasta que su mirada y su sonrisa volvieron a hacer mella en su coraz...