XII

203 25 0
                                    

***

Una carroza halada por dragones se estacionó frente al taller.

-señorita Rin-un demonio de cabello verde azulado le hace reverencia-la gran señora ha mandado por usted y sus amigos.

-no era necesario, además falta Ayame, ¿no desea pasar y tomar algo?

-no puedo-dice extrañado.

-adelante por favor, señor-le sonríe.

-Rin, es un sirviente-le explica Kohaku.

-y eso qué? Es un ser vivo y sea de la especie o nivel social que sea, merece respeto-mira nuevamente al sirviente-por favor, pase-lo toma del brazo y entran.

-sabes que Rin es así Kohaku, seguro aunque fuera una gran señora sería así.

Media hora después llega Ayame con su esposo liga.

-disculpa Rin, pero liga quería venir, no quería que fuera sola al palacio del clan perro.

-es cuestión de estatus-dice Koga-Ayame es mi esposa y yo el líder de mi clan, además podría hablar un par de cosas con el gran perro demonio si lo veo.

-lo verás de seguro-dice Kagome y Rin le da un codazo-es su palacio.

-ya podemos irnos-corta Kohaku.

En palacio los recibió la anciana y su hijo.Rin los presentó y luego siguieron a los jardines.

-espero no tuvieran problemas con el viaje.

-para nada gran abuela, y el cochero fue muy agradable.

-lo atendiste bien?

-por supuesto!

-ay nieta, ya sabía yo, vas a mal criar a mis sirvientes.

-pero abuela...

-no importa, solo te lo permito a ti-mira a los demás-la gran sacerdotisa.

-no soy tan buena, sólo lo normal.

-puedo ver tu poder, eres grande y te volverás aun mejor-luego mira a Kohaku-te conozco?

-yo trabajé un tiempo aquí, al salir de la academia, mi señora.

-oh claro, el hermano de la capitana, eres muy bueno también.

-Gracias mi señora-ella mira a Ayame y luego a Koga que hablaba con Toga.

-los lobos a veces son unos idiotas-le dice con complicidad y ella ríe-pero aun así lo quieres.

-he aprendido a quererlo.

-gran señora-se le acerca un sirviente-el joven Inuyasha desea verla.

-estoy aquí.

-es que...

-dile a mi nieto que estaré aquí todo el día.

-si mi señora-dice poco convencido.

-podría decirle...-Rin guarda silencio.

-habla mi niña-le insiste la mujer.

-podría decirle a sus nietos que nos acompañen si gustan.

-ya oíste, ve-el demonio se va.

-Rin estas segura?-pregunta Ayame nerviosa, por lo menos Toga no tenía tan mala reputación como sus hijos.

-no hay que ser descortez, además es su hogar.

-ya mis nietos hubieran dicho lo contrario-en eso oyen un escandalo acercándose y ella torció el gesto-ya viene mi nieto menor.

Eres lo que necesitabaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora