👗Capítulo 4: ¿Somos amigas verdad?🦋✨

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Estuve un buen rato diseñando un vestido que le quería mostrar a Susan cuando me llega una notificación

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Estuve un buen rato diseñando un vestido que le quería mostrar a Susan cuando me llega una notificación.

¿Aún despierta, Clary Jones?

Bueno, Sofía Smith, una diseñadora, aprovecha su tiempo para dibujar.

Me agradas, Jones. Oye, no es por nada, pero vi que te fuiste un rato después de que yo me fui. ¿No querías irte conmigo?

Ja, no es así. Tuve otra pelea con mi madre, pero no quiero hablar de eso. Me iré a dormir. Buenas noches.

Al final no dejé que ella respondiera. Puse el celular en modo avión y seguí con el dibujo. Lo terminé alrededor de las 2:30 de la mañana y el mal humor se empezó a apoderar de mí. Ya que me despertaba a las 6, significaría que dormiría alrededor de 4 horas. No me di cuenta de que ya era otro día. Me duché, tomé una leche y una tostada como siempre, y prendí el celular para ver qué banda escuchar. Cuando vi un mensaje de Sofía:

Eres todo un misterio, Jones. Ese corazón de hielo lo haré que se derrita. Buenas noches y sueña con ovejas parlantes.

Di una pequeña carcajada, lo cual me hizo pensar lo cool que era esta chica y cada vez me intrigaba más querer conocerla. Salí de casa y me puse a escuchar Kiss todo el camino al instituto. Cuando llegué, Sofía estaba nuevamente en mi asiento.

—Esto ya lo tomaré personal de nuevo en mi asiento.

—Jones, bueno, si es que me gusta ver esa cara seria que adoro tanto. ¿Soñaste con ovejas parlantes?

Largo, Smith.

—Alguien despertó con mal humor al parecer.

—No molestes, solo he dormido 4 horas. Mi humor no es bueno.

—Pobre Jones, esta chiquita tu cara de sueño es muy tierna. Eres hermosa, Jones.

—Cualquiera diría que estás coqueteando conmigo, Sofía Evans.

—Tal vez sí o tal vez no, nunca lo sabrás.

Me quedé dormida en la primera clase, pero la profesora ni cuenta se dio. Por otro lado, estaba Sofía, la cual me daba pequeños codazos para que despierte, pero no funcionaba. Desperté recién cuando tocó el timbre para salir al recreo.

—Vaya, que dormiste. No podía hacer que despiertes.

—¿Me acompañas a la cafetería?. 

_ ¡Claro! ¿Por qué no? Acompañarte a la cafetería suena como una buena forma de romper mi aburrimiento.

Así que caminamos juntas hacia la cafetería. A pesar de su actitud insoportable, Sofía tenía algo que me intrigaba. Era como si hubiera más detrás de esa fachada de chica ruda. Tomamos nuestros cafés y nos sentamos en una mesa apartada.

La unión de nuestros mundos [+18] |GL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora