La unión de nuestros mundos [+18] |GL|

👗Capítulo 18:¿Vamos a ver películas?🩺✨

Luego de conversar con Sofía, al parecer entendió que no me interesa. Las clases siguen siendo aburridas, pero bueno, ya queda poco para mi viaje a Londres. Hoy tenía que ir al taller, así que saldría con Alicia por la noche. Oh, más bien, la invitaría a unas hamburguesas con papas para ver películas. Ahora estábamos viendo "El Conjuro", lo cual nos deja tres películas por ver en una noche, pan comido.

Estaba diseñando mientras de fondo se escuchaba "Comatose" de Skillet. Tenía que diseñar unos vestidos de boda que una mujer quería cuando una pelirroja se me acercó. Desde que me contó su historia, se ha abierto más conmigo y la verdad es que me agrada.

―¿Sabías que cuando seas anciana tendrás muchas arrugas por ese ceño?

―Ya no me voy a poder deshacer de ti, ¿verdad?

―No, lástima. Si te vas, Susan tendrá que buscarte con la policía ya que no sabrán dónde quedará tu cuerpo.

―¡¡¡Susan, si desaparezco fue Alicia!!!

―¡¡Entendido!! ¿Cómo has estado, Alicia?

―Ahí voy.

―¿Ya se conocían?

―Alicia es nieta de mi Susan.

―Oye, pero dijiste que perdiste la beca a España, estás forrada.

―No necesito una beca, hay una historia de por medio.

―Salgan un rato, yo sigo aquí.

Ambas salimos de la tienda. Yo me le quedé viendo; la verdad es que no estaba entendiendo lo que estaba pasando...

―Nunca necesité la beca, solo era postular y quedar, pero resulta que Sofía dijo que mis padres estarían en España, lo cual me dio mucho miedo. Ella dijo mucha mierda junta que hizo que no quisiera ir, entonces no fui.

―Esa Sofía... ese miedo se va a ir, Roja, poco a poco.

―¿Roja?

―Me agrada el apodo.

―Sabes, a mí también.

Alicia se estaba abriendo conmigo, y lo notaba. También estaba mostrando esa parte que la hace ser ella, lo cual con todas ganas quería sacar. Ella fue a ver los vestuarios y, mientras compraba ropa, yo seguía trabajando en los diseños. Luego de unas largas horas, ya era hora de irme a casa. Alicia se quedó conmigo todo el tiempo.

―¿Vamos a ver películas?

―Si eso quieres o si quieres ir a tu casa está bien.

―Vamos a tu casa, no me gusta el silencio de mi hogar.

Susan miró a Alicia al decir eso. Pude ver tristeza en sus ojos, como si lo que dijo Alicia le hizo recordar algo. Al darse cuenta de que la estaba viendo, desvió la mirada y caminó hacia la casa. Nosotras la seguimos; el taller quedaba cerca, así que era fácil llegar. Alicia estaba en otro mundo. La miré por un rato y ella me sonrió.

Yo me sonrojé. No sé por qué carajos me sonrojé, pero lo hice. Alicia también se sonrojó al ver mi sonrojo, y ahí estaba Susan con una sonrisa tonta burlándose de nosotras. Inche Susan, va a ser la shipper número uno nuevamente, al parecer.

Al llegar, nos despedimos de Susan y acomodé las golosinas en la cama para comer. Alicia se colocó un pijama mío y se acostó a mi lado. Yo coloqué la película y me llegó una notificación de que al día siguiente había una fiesta.

―Roja, ¿te gustaría ir a una fiesta?

―¿Una fiesta?

―Así es, habrá una fiesta mañana.

―Mmm... no lo sé.

―Vamos, te va a gustar. Yo te cuido.

―Está bien, vamos.

―La vamos a pasar increíble, ya verás.

Ella se veía incómoda, pero tampoco iba a obligarla a ir si no quería. Ambas nos acomodamos para ver la película. Ella estaba comiendo una hamburguesa mientras yo empecé a atacar las papitas. Se veía muy tierna, si tengo que ser honesta.