Me desperté a las 6, como ya era costumbre, pero volví a quedarme dormida. Más bien, solo apagué la alarma con la esperanza de seguir durmiendo y no ir a clases. Sin embargo, 30 minutos después sonó "Heat of the Moment". ¡Rayos! Me bañé, me vestí y bajé por un vaso de leche y una tostada.
—Hola, bebé —dijo Susan, soñolienta.
—Hola, Susan. Buenos días.
En esos dos meses, Susan me había adoptado por petición mía. Ella no dudó en aceptar. Ahora, nuestro vínculo se fortaleció. Mi madre se fue, pero Susan me dio ese amor desde hace muchos años.
—Te llevaré al colegio desde hoy en adelante, o por lo menos lo que queda de curso.
—No tienes que molestarte.
—No es molestia. Duerme otro poco.
—Ya desperté. No puedo volver a dormir, pero comeré mi desayuno,
Susan me dejó en el colegio. Fui a mi salón y, cuando llegué, Sofía estaba en mi asiento. Me acerqué a ella, como la primera vez que la conocí.
—Disculpa, estás en mi asiento —dije con una sonrisa.
—Tenemos que hablar, Jones,
—Lo sé, pero primero que todo...
—Me acosté con Alicia ayer. Lo siento, yo no estaba pensando bien en ese momento. Estoy muy arrepentida de ello.
De todas las cosas que imaginé, nunca pensé que diría algo así. Mi corazón dolió de una manera que no sabía cómo detenerlo. Veía a aquella chica de la cual me enamoré y no me entraba en la cabeza el hecho de que la misma persona que le dio luz a mi vida la apagó después. No dije nada, solo me quedé ahí viéndola, pero tampoco le di el poder de que me viera llorar.
—¿Y mientras te la cogías no estabas arrepentida?
—Tú me respetas, Clarissa.
—Sí, claro. Bueno, felicidades, Evans. No tendrás a alguien a quien llorarle. Vete a la mierda y salte de mi asiento.
—Lo siento —dijo con voz llorosa.
—Ni te molestes —me fui a sentar a otro lugar, coloqué mis audífonos y ahí estuve las próximas 8 horas.
Al salir de clases, fui a casa, me metí a la cama y lloré. Lloré tanto que sentía una gran debilidad en mí. Mi corazón dolía tanto que no podía resistirlo. Vi mi habitación y todo me recordaba a ella. Y cómo no, si en mi habitación lo que más había eran cosas de Sofía. Lloraba y no podía sacar sus cosas. Entonces, Susan lo hizo. Le conté todo y, como madre, se encargó de sacar los dibujos, los peluches, su ropa. Sacó todo como si no hubiera estado. Horas después, caí en el hospital. No había comido, lloré demasiado y me desmayé.
—Ya despertaste, cariño —acarició mi cabello.
—¿Qué me pasó?
—Te desmayaste.
—¿Por qué?
—Porque no has comido, tampoco has bebido agua. De tanto llorar te deshidrataste y te desmayaste.
—¿Entiendo que es para mí? —miro la comida.
—Sí, come todo y podremos ir a casa.
Me comí la comida. Odio los hospitales. Llegué a casa y miré películas con Susan durante todo lo que quedaba de la tarde y después me fui a dormir. Nuevamente desperté a las 3 de la mañana y había muchos mensajes de Sofía.
Mensajes de mi rubia
Clarissa, yo lo lamento.
Por favor, contesta.
Vi una ambulancia frente a tu casa. ¿Todo bien?
Mañana quiero hablar contigo.
Por favor, contesta.
Elimine su número, borré sus fotos. No quería saber nada de ella. Bajé a la cocina, fui por un yogur y lo comí. Luego de eso, regresé de nuevo a mi habitación. Ya no podía dormir, así que empecé a dibujar hasta las 6 de la mañana, que fue cuando sonó mi alarma.
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La unión de nuestros mundos [+18] |GL|
Genç KurguClarissa Jones, es una adolescente soñadora, su deseo es ir a Londres a estudiar moda ¿Podrá cumplir su sueño? (Esta historia tiene contenido +18) ¿Y si me hubiese quedado contigo? ( segunda o primera historia del mismo mundo es la historia de Susa...