Capítulo 16 Deshielo de un Corazón

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Capítulo 16 Deshielo de un Corazón

Aquella era la primera vez que Draco Malfoy se derrumbó. La primera y la última, jamás volvería a estar tan dolido.

Aún tenía la mirada perdida, por lo que Hermione pensó en llevarle a su cuarto… pero había un problema, ella jamas había estado en la torre de Slytherin, no conocía la contraseña… Pero quería estar con él en aquellos momentos, no le dejaría solo pasara lo que pasara.

—No te preocupes Hermione, puedo ir solo —comentó con su frío tono, pero aún seguía apoyado en el pecho de ella, escondiendo su rostro.

—No Draco, iré contigo, no pasará nada, a estas horas no habrá nadie. Además, eres Prefecto, por lo que tienes cuarto propio.

—Sí… —se limitó a contestar mientras comenzaba a caminar.

El resto de los alumnos aún estaban desayunando. Dumbeldore les había dado permiso para ausentarse aquel día viernes, de las clases. Era conveniente que el muchacho descansara. Que pensase las cosas poco a poco…

Cuando llegaron al retrato de sir Cadogan, Draco dio la contraseña, en aquel trayecto su semblante no había cambiado lo más mínimo, sin expresión, frío… como era al comienzo de todo. Hermione tenía miedo de que volviera a ser aquella despreciable persona, pues ya no la abrazaría, no la besaría… no la miraría solo a ella… le estrechó un poco más fuerte con sus finos brazos, él no se inmutó, como si no lo hubiera notado, se limitó a seguir caminando hacia la última estancia de la torre, en la que pasaba sus horas libres en soledad, rodeado de la antigua oscuridad con la que era uno.

—Será mejor que te tumbes y duermas un rato… —opinó Hermione acercándole a la cama.

Ella le entendía, le entendía muy bien pues meses atrás había sentido exactamente lo mismo, el asesinato de lo que áás amaba… aquella sensación de impotencia, sin poder hacer nada mas que gritar y gritar sin que nadie fuese para abrazarla…¿nadie? No, aquello no era cierto, por aquel entonces conoció al verdadero Blaise Zabini. Él cobijó sus dolores, la voz de su corazón, fue el poste de sus dudas, el pañuelo de sus lágrimas...

Ahora era el turno de ella de convertirse en cobijo, en voz, en poste, en pañuelo… pero haría más… mucho más… se convertiría en vida… en suspiro…

Él la miró interrogante, como queriendo saber qué sería lo que ella iba a hacer.

—Yo velaré por ti—contestó con la sonrisa más dulce que el rubio hubiera visto jamás.

Aquello le decía que no mentía, que se quedaría con él, como cuando era pequeño y su padre le obligaba a algo, cuando se tumbaba en la fría y gigantesca cama de su infernal cuarto. En aquellos años, su madre se quedaba a su lado hasta que se dormía… velando, amándole….

—¿No te irás? —preguntó con un rostro que asombró a Hermione, pues al fin había cambiado… pero parecía el de un niño de apenas 6 años al que acababan de quitar lo más preciado de su existencia.

—Jamás —contestó acariciando su cabello y sentándose en la cama junto a él.

Draco la miró aliviado, reposó su cabeza en su regazo, notaba calor, un calor que había buscado durante muchos años, un calor que ninguna otra había sabido darle.

Era tan tranquilizador… tan maravilloso…

Hermione le miró, realmente parecía un niño perdido… le daba tanta lástima… jamás habría imaginado que aquella persona que se encontraba recostada sobre su regazo le daría jamás lastima… él, que tanto dolor la había causado, pero ahora lo comprendía, él no era así porque quisiera, pues teniendo un padre como el suyo, era muy lógico llegar a ser tan mezquino, frió, y sin corazón. Pero ya no era así, nada era como antes, la vida de ambos había dado un impresionante giro de 180º.

Ángeles Caídos [Dramione-Fic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora