— Ya voy... — abro ligeramente los ojos escuchando la voz de mi amiga—. ¡Qué ya voy hostia! — pega ese grito en español al escuchar cómo vuelven a llamar a la puerta— Oh, tú...— suspiro cubriéndome la cabeza con un cojín—. ¿Qué haces aquí? Es muy temprano hasta para ti — frunzo el ceño y me levanto de la cama, sólo escucho la voz de Aloia — Un... ¿qué?— me pongo una sudadera ancha de Jack y salgo de mi cuarto, me fijo en la cabeza que se ve sobre Aloia— Un segundo — se gira hacia mi y señala hacia ellos—. Tu novio — frunzo el ceño y me encojo de hombros, Aloia hace una pequeña mueca y se pone el bolso—. Tengo que irme, no creo que te coman, si pasa algo el número del príncipe está en la nevera.
— ¿Por qué...? — me guiña un ojo, yo ruedo los míos, el sonido de su risa aumenta al pasar entre el jugador— En fin— pestañeo varias veces cambiando al inglés—, buenos días— le sonrío cubriéndome el abdomen con las manos.
— Buenos días, darling — puedo escuchar la risa de Aloia en el pasillo—. ¿Qué ha sido eso? — rodeo su torso y me apoyo en su pecho reprimiendo una risa.
— Alguna vecina cotilla, pasa — lo agarro de la mano y él me rodea la cintura—. ¿Has desayunado? — asiente.
— Sí, pero te acompaño, ¿qué tal estos días? — señala mi pie, aprieto los labios encogiéndome de hombros mientras pongo una sartén sobre los hornillos— Hace mucho que no nos vemos.
— Has estado bastante ocupado cómo para responderme el teléfono, Jack — muerdo el interior de mi mejilla y abro la nevera para sacar unos huevos—. Pero no pasa nada — veo al cerrar el post-it con el número del defensa, trago saliva y lo guardo en el bolsillo del pantalón—, ¿has estado entrenando en el gimnasio? Me pasé el otro día por la ciudad deportiva y me dijeron que no estabas en el campo — casco los huevos en un bol y lo dejo ahí mientras voy a tirar la cáscara.
— ¿Por qué fuiste? — frunzo el ceño girándome.
— ¿Por qué no iría? ¿No puedo darte una sorpresa o...? — él alza las cejas encogiéndose de hombros.
— Sí... sí, pero... puede que tenga día libre, tu amiga no creo que se divierta demasiado conduciendo hacia el estadio porque sí — alzo las cejas girándome para echar unas cucharadas de harina en el bol.
— No le hace gracia, pero es mi amiga, lo hace por mi — murmullo echando una cucharada de azúcar—, pero no pasa nada— hago una mueca mientras revuelvo todos los ingredientes.
— No te enfades, cariño — noto sus manos rodeándome la cintura, pongo una mano sobre las suyas y me estiro para coger la batidora—. Lo siento, te mandaré mis horarios semanales...
— No quiero tus horarios semanales, Jack — le digo, ya cansada por la situación que parece empeorar día a día—. Quiero llamarte y que estés ahí, que hagamos cosas como una pareja normal y que nuestra relación no se base estar en tu casa o en la mía porque no quieres que me vean, ¡tienen mi número! — le digo mientras echo un poco de margarina en la sartén para hacerme unos pancakes.
— ¿Cómo que tu número? ¿Otra vez? — asiento con cansancio— ¿Por qué no me has dicho nada? — me encojo de hombros y noto como suelta sus manos — Alguien lo habrá filtrado o...
— Alguien que ha tenido un acceso indefinido a tu móvil— dejo caer eso echando un poco de masa en la sartén—. No sé quién puede tenerlo, pero ten cuidado, por favor — murmullo dándome la vuelta para mirarlo.
— Te lo prometo— pone sus manos en mi cintura, yo paso las mías por su cuello y le sonrío—, ¿qué tal en terapia? — asiento mirándolo a los ojos.
— Bien, progresando — él sube su mano izquierda para acariciarme la mejilla.
— Me alegro, estás trabajando muchísimo— ladeo la cabeza hacia ese lado y dejo que me mime un poco—. Quería proponerte una cosa, cómo no conoces a mis amigos del club, ¿quieres venir a la cena que hacemos antes de navidad? — aprieto los labios, me da un vuelco el estómago cuando una única pregunta se instaura en mi cabeza.
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Starlight • Eric García
Fiksi PenggemarS | STARLIGHT (Dream Teen #4) "I found you in my darkest time Now look how we shine so bright" o Donde Ainhoa y Eric se conocen en su peor momento.