Capítulo 12

1.9K 291 113
                                    


Pasando una mano por mi cabello, caminé hasta la puerta principal del colegio y las empujé, saludando al portero mientras salia a la calle. Al contrario de los alumnos, a nosotros se nos permitia entrar y salir del instituto a nuestro antojo por lo que no tuve ningún problema en recorrer el camino de entrada hasta los portones y llegar al cordón.

No tuve que caminar mucho antes de que un increible Audi R8 blanco me alcanzara.

La ventana del compañante bajo y el rostro sonriente de Changbin se dejó ver por ella.

Elevé una ceja hacia el auto, dandome cuenta de lo caro que era. Bueno, al parecer habían cosas que jamás cambiarian. El hecho de que Changbin fuera un nenito de papá no cambiaria ni aunque el apocalipsis estallara.

Alcanzando la puerta, la abrí y me deslicé dentro—. Bonito. —musité, mirando el brillante interior—. No recuerdo haber encargado un Christian Grey. —me burlé.

—¿Acaso leíste esos libros? —preguntó con una sonrisa mientras sacaba el auto hacia la carretera. Me dio un breve vistazo.

—Nop —hice una mueca—. Pero vi la pelicula, un amigo practicamente me arrastró al cine. —opté por no nombrar a Seungmin, no aún. El chico me habia dejado cinco mensajes de voz amenazantes luego de que le cortara la llamada cuando sucedió lo de Hyunjin. Tenía miedo de que apareciera con una motocierra y máscara de hockey en mi ventana—. ¿Tu?

—Los leí —acepto—. Una de mis alumnas me los recomendó, dijo que se aprendia mucha anatomía humana en él. Lo hice.

Rodee los ojos—. ¿Como evitas que las alumnas te metan mano? —pregunté, alcanzando la radio—. Una de ellas toco mi trasero hoy.

—Diles que eres gay —se encogió de hombros—. Y reza para que ninguna tenga una obsesión con volverte al lado bueno de la acera.

—¿Experiencia propia?

—Algo así. —hizo una mueca antes de cambiar de tema.

El viaje no fue muy largo y la mayor parte fueron charlas triviales sobre el instituto.

Siendo que jamás habia hablado con Changbin antes se me hacia demasiado extraña la escena. Intenté seguirle el paso con todas mis fuerzas pero aún me costaba un poco, no solo por quien era sino porque no era la persona más habladora de la tierra cuando recien conocia a alguien. Y teniendo en cuenta que los puñetazos no valían, esto era como conocerse por primera vez.

Deteniendose frente a un lujoso edificio, Changbin me guiñó un ojo y dijo—. ¿Que mejor manera de conocernos que durante la cena?

«No lo sé, cualquier lugar donde no tenga mi boca llena para contestarte».

Reprimiendo mis pensamientos, me recordé el porque de la cena antes de darle una sonrisa falsa y asentir—. Buena elección.

Abriendo la puerta, salí del vehiculo y esperé por Seo para poder dirigirnos a la puerta.

Decir que el lugar era lujoso era un eufemismo, era como entrar a alguna especie de palacio. ¡Joder, hasta habia una alfombra roja y todo! Estuve a punto de salir corriendo como alma que lleva el diablo. Joder, me sentía como una cucaracha en un baile de gallinas.

—Señor Seo, es un placer tenerlo aquí —una joven de largo cabello rubio salió de detrás de un pequeño podio en la recepción, sonriéndole brillantemente a Changbin—. ¿Va a querer la mesa de siempre?

—Si es posible. —dijo el pelinegro.

Estreché los ojos, pasando mi mirada de uno a otro e intentando entender algo de lo que hablaban pero sin lograrlo. Un par de sonrisas después, sutiles coqueteos y estaba a punto de arrojarme bajo un camión de carga.

𝗜𝗻𝘁𝗼𝗰𝗮𝗯𝗹𝗲 | 𝑪𝑱 [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora