Capítulo 15

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—¿Profesor?

Levantando la cabeza de los trabajos sobre Van Gogh que tenía en la mano, dirigí mi mirada hacia la puerta encontrándome con un agitado Jeongin. Frunciendo el ceño, callé los cuchicheos que comenzaron a aumentar entre mis alumnos con un gesto y me levante de mi asiento, dirigiéndome a él.

Habíamos terminado con la parte de los modelos por lo que solo quedaba que terminaran los últimos detalles de sus pinturas. Para darles tiempo para hacerlo, había decidido corregir los dichosos trabajos que había enviado a hacer la primer clase.

—¿Qué sucede? —pregunté mientras Jeongin daba un paso atrás. Salí de la clase y cerré la puerta para que los chismosos no escucharan lo que hablábamos.

—Hay un problema con Seungmin —hizo un gesto sobre su hombro—. Está en la oficina del director.

—¿En la oficina del director? —fruncí el ceño—. ¿Por qué Min estaría allí? Él no es un alumno.

—Fue lo que le dije al director cuando arrastro a Kim y Seo allí pero no quiso escucharme —se encogió de hombros—. Seungmin dijo que viniera por ti.

—Dios, es como si fuésemos adolescentes nuevamente —musité. Tomando un respiro, volví a entrar a la clase y miré alrededor—. Okey, pueden quedarse o pueden irse, hagan lo que quieran pero el último en marcharse cierra la clase. Dejen todo limpio y no olviden traer este cuadro pronto para la próxima clase.

Recibiendo el típico saludo a coro de los alumnos, me volteé y salí de la clase, siendo seguido de cerca por el pelinegro. Era como vivir un maldito deja vú. Antes, cuando éramos alumnos en Western, Seungmin vivía metiéndose en problemas y era yo quien debía ir a su rescate y alegar a su favor para evitarle un castigo mayor. Había tenido la esperanza que al crecer esto desaparecería.

Al parecer jamás lo haría.

—¿Qué hicieron Seungmin y Changbin para que los llevaran a la dirección? —pregunté, mirando a Jeongin sobre mi hombro.

—Seungmin arrancó el brazo de la calavera de la clase de biología y golpeó al profesor Changbin con él, cuando éste se defendió arrojándole un vaso de café encima, el director llegó y se los llevó a la dirección. —explicó. Rodeé los ojos—. Eso me suena tan conocido.

Tuve que subir dos pisos para poder llegar a la oficina del director. La misma no era muy lujosa, consistía en una pequeña recepción con un escritorio de roble donde se encontraba la secretaria del director, una fila de sillas y la puerta que daba a la pequeña oficina que estaba amueblada de manera parecida a un despacho.

—Hola, Cho —le sonreí a la secretaria, una señora mayor con grandes gafas de pasta.

—Profesor Bang —saludó cortésmente, dándome una pequeña sonrisa. Cho había sido mi profesora de Matemáticas cuando estudiaba allí, al parecer había sido ascendida—. Seungmin se metió en un lío y ni siquiera es alumno.

—Típico de Seungmin —ella asintió, estando de acuerdo—. ¿Puedo entrar? —hice un gesto hacia la puerta.

—Kim me mataría sino te dejara hacerlo. Necesita al abogado del diablo para que no lo veten del colegio.

—Sería un bien para la humanidad que lo hicieran. —reí, caminando hacia la puerta. Miré a Jeongin sobre mi hombro—. Tú quédate aquí, no es buena idea que entres a menos que quieras salir embarrado.

Jeongin me miro indeciso por un segundo antes de asentir—. Lo esperaré aquí. —apuntó a una silla cercana antes de alejarse y sentarse en ella.

Asintiendo, golpeé mis dedos una vez sobre la madera antes de dar un paso dentro de la habitación.

梦 𝗜𝗻𝘁𝗼𝗰𝗮𝗯𝗹𝗲 | 𝘊𝘑 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora