𝗜𝗻𝘁𝗼𝗰𝗮𝗯𝗹𝗲 | 𝑪𝑱 [✓]

Capítulo 28

CHAN. 

Dejando a Wooyoung en el suelo, fuera del club, elevé una ceja en su dirección esperando una explicación y más le valía que fuese una muy buena. Ambos sabíamos que Seungmin tenía estrictamente prohibido asistir a clubs gays por el simple hecho de que parecía ser un imán de imbéciles y siempre terminaba en problemas. Le habíamos prohibido ir luego de que algún loco con tendencias al sadomasoquismo había intentado ponerle un puto collar. Desde ese momento supimos que el chico no podía valerse por si mismo en un lugar así.

Wooyoung pareció recordar eso cuando comenzó a retorcer sus manos juntas y mirar hacia todos lados, evitando mi mirada como si temiese ver lo enojado que realmente estaba.

Por el rabillo del ojo, pude ver a Changbin y Jeongin de pie cerca, este último con un dormido Seungmin enredado a su alrededor. Me tragué una sonrisa al imaginarme lo avergonzado que iba a estar el castaño cuando supiera que se había aferrado con tal facilidad al chico, iba a disfrutar mucho pinchándolo con eso más tarde, pero por ahora, me interesaba más sacarle información al rubio frente a mi.

—Estoy esperando, Woo. —presioné.
 
El chico soltó un sonido resignado y finalmente reunió sus ojos con los míos—. Lo lamento, ¿si? No estaba realmente pensando en mis acciones, Seungmin comenzó a sentirse mal cerca de aquí y decidí traerlo al baño del club para que pudiese soltar el alcohol en su estómago y refrescarse. Ni siquiera entramos por la puerta delantera, fuimos por detrás directo a los baños.
 
—¿Entonces porque Jeongin encontró a Seungmin cerca de la barra?

—Se me escapó —chilló, agitando los brazos con nerviosismo—. Me volteé un momento para conseguir algo para que se secara las manos y cuando miré nuevamente, él ya no estaba. Lo estaba buscando cuando me encontraste.

Me pasé una mano por el rostro, decidiendo si creerle o no. El rubio no parecía estar bajo los efectos del alcohol, no parecía ni un poco mareado ni tenía aspecto de haber bebido por lo que decidí que iba a creerle por ahora, además, sabía de sobra que Wooyoung se esforzaba tanto como yo para mantener a Seungmin a salvo.

Me pasé ambas manos por el rostro y suspiré—. Bien, te creo —acepté—. Pero solo porque tengo demasiado sueño como para ponerme a pelear contigo en este momento, además de que no puedo aparecer golpeado en clase, mis alumnos se escadalizarían.

—Gracias. —masculló antes de mirarme con curiosidad—. Sabes, Seungmin dijo algo interesante en su sueño inducido por el alcohol.

Eleve una ceja—. ¿Y qué fue eso?

—Él dijo que tu, el gran Christopher Bang, éstas son sus palabras no las mías, cayó redondito como un idiota por un mocoso de rizos al que le da clases —me dio esa típica sonrisa de "te tengo agarrado de tu zona delicada"—. ¿Desde cuando se te da por los niños inocentes, Chris?

—¿Cuando te volviste una vieja chismosa? —contraataqué.

Elevó las manos en señal de paz—. Hey, sólo estoy intentando saber de tu vida, estoy preocupado por ti.

—Jódete, Wooyoung —bufé—. Estás intentando cazar un chisme para poder ir con Seonghwa y esparcirlo alrededor.

—Me insultas —jadeó, colocándose una mano en el pecho de una manera demasiado gay para él—. Y para aclarar, yo sólo le comento al chico, no tengo la culpa de que sea un chismoso.
 
—¿Recuerdas que te conozco desde que eras un mocoso comemocos?

—No me comía los mocos —hizo una mueca de asco—. Y para tu información, tenía siete cuando nos conocimos, ya sabía atarme los cordones solito y todo.

—Si, y eso me recuerda, ¿cómo lograste entrar al club? Tienes dieciocho y este club es para mayores de veintiuno, no deberías estar aquí.
 
—Seungmin habló con el portero, creo que lo conoce —se encogió de hombros antes de estrechar los ojos en mi dirección—. No me cambies el tema.