ESPÍRITU SANTO, AMÉN

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No soy de las que va a la iglesia,
tampoco rezo fuerte ante un enojo.
Soy más de la luna en casos de emergencia
y quiero creer, aunque no siempre lo logro.

Hay un vitral colorido siendo obra de arte,
y una madre en llanto, en busca de auxilio.
Un arsenal de velas dando tregua
y un pantalones cortos que no ha podido.

Si lo cuento, nadie podría creerme,
ni siquiera Dios, siendo el testigo.
Me siento distinta entre la gente,
aunque me da igual y me arrodillo.

En el nombre del padre,
porque nunca la de la suerte he sido yo.
Del hijo,
porque siempre la egoísta he sido yo.
Del espíritu santo,
porque un milagro así me rescató.

Está claro que no le merezco
y no sólo hablo de su boca.
Tanto ha podido irse y no lo ha hecho,
me quiere con paciencia, que no es poca.

Ha creído en mí cuando yo no lo he hecho
y me calla cuando digo "¿cómo no te has ido?.
Ha conseguido conocerme a pie de letra
y me sabe a milagro concebido.

Amén,
aunque a veces no sé por qué me ama.
Amen,
porque me cuida como no me cuido yo.
Amen y muchas gracias,
que estoy aquí porque un milagro sucedió.

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