Aquella noche, aquella vista,
esa canción de refilón,
espero que lo recuerdes,
como lo hago yo.
Todavía odio que te revolucione alguien
que no soy yo y estoy segura que ella
tiene mucha más imaginación.
Odio que sonrías tanto en esa foto
y que tu mano sea tan generosa.
Aunque te ves feliz y sí, me cuesta admitirlo,
pero es preciosa.
Yo sé que vas diciendo en el camino,
que así jamás te habían amado,
que le prometes sin descanso,
aunque no te veo el cansancio.
Que lo anterior ya es pasado
y que nos pesaba más lo malo.
Que yo te había cambiado,
que mis celos y mi locura,
todo lo habían acabado.
Y aunque te deseo lo mejor,
sinceramente,
lo odio.
Espero que no bailéis Don't Play That Song
por la madrugada,
que no le guste nuestro puerto,
que no se haga ni un concierto,
que su cara tan bonita sólo sea una fachada,
que un beso te sepa a nada.
Que una noche fría me recuerdes
y se te note en la mirada.
Y sigo,
todavía odio compartir los mismos sitios,
los amigos, los cercanos,
esa era nuestra mesa
y ahora tiene un reservado.
Lo de idiota me lo he ganado,
siempre tan equivocada,
tonta, imbécil, ya pesada,
ojalá volver a mí...
pero antes de que tú llegaras.
Y ya lo sé,
que vas diciendo en el camino,
que así jamás te habían amado,
que le prometes sin descanso,
aunque no te veo el cansancio.
Que lo anterior ya es pasado,
que nos pesaba más lo malo.
Ya lo sé,
vas regando por el mundo
que el amor por fin te ha llegado,
hablando del futuro que imaginas a su lado,
cuántos hijos? Cuántos gatos?.
Que yo estoy en tu pasado,
que lo mío no era amor,
sino un cuento mal planeado.
Y aunque ya ha pasado mucho tiempo,
me encantaría decirte que te deseo lo mejor,
pero es que todavía lo odio.
Y ojalá cuentes de mis abrazos en la cama,
de cómo corría al verte, siempre tan ilusionada,
de mis sueños en tu almohada,
las manos entrelazadas,
de cómo te miraba...
Cuéntale al mundo que,
aunque sea egoísta, no lo escondo.
Espero que seas feliz,
aunque me consuma en odio.
