Amor de Papel • Rubirena •

Capitulo 3: Una cara más real

Maca

Como mi papá desde esa semana había comenzado a trabajar, no me quedó de otra que irme en metro a la casa. Ese día era la primera vez que me subía y la verdad estaba muy perdida. Me cuesta demasiado orientarme y siempre me pierdo cuando uso Google Maps.

Me encontré con Rubí y por lo menos me dijo hacia donde tenía que ir y me quedé cerca de ella para después preguntarle como hacer la combinación.

Después de que la tal Rubí me tratara de esa forma tan despectiva me fui al vagón más lejano de ella, no quería lidiar con ese tipo de personas tan prejuiciosas en mi vida.

Cuando la vi por primera vez de cerca en electivo, fui amable, había algo en ella que me inspiró confianza y simpatía, pero cuando me saludó de esa forma todas mis ideas fueron al suelo. Tampoco entendí porqué me afectó tanto su forma de tratarme. En el colegio igual habían personas un poco pasadas pero yo pasaba de largo y ni me importaban, pero que ella me tratara así de verdad me dolió.

Además me preguntó mucho sobre el Julián, insistía en saber si me interesaba y creo que le dejé bien claro que no me importaba. No le solté de una que soy lesbiana porque no lo encontré necesario, además que ya no debería ser tema y tampoco debería asumir mi sexualidad. Siempre contarle a una persona nueva me cuesta mucho. Mi entorno en el norte siempre me aceptó, pero en esta ciudad tan grande se sabe que no todas las personas son buenas y varias veces he visto noticias con ataques homofóbicos y sinceramente decirle a cualquier persona me da terror.

Al día siguiente quise preguntarle al Julián porqué tanto interés de la Rubí con el.

—... Entonces ganó el PSG y me quedé con las cuatro lucas del Migue.

Estaba hablando de fútbol, no me importaba mucho, pero estaba tan emocionado hablando que lo escuché.

—Buena, guárdalas para el miércoles.

—Sí po' ahí podemos comprar un heladito o algo así.

—Oye te quería preguntar algo.

—Dale con confianza.

—¿Qué onda la Rubí y tú?

Me di cuenta que me salió igual de como ella me había preguntando sobre mi y el Julián

—¿La Rubí del A?

—Sí ¿Hay otra? Es la única que conozco.

Julián rió — Sí po'. No, no pasa nada, somos amigos desde segundo básico, pero cuando nos cambiaron de curso nos alejamos un poco, pero todo bien con ella.

—Ah.

—¿Por qué me preguntas?

—No es que me topé con ella en el metro.

—¿Sí?¿Y te habló de mí?

—Sí. Igual fue un poco pesada conmigo.

—¿La Rubí? Pero si la Rubí es super simpática, es muy extrovertida.

No seguimos hablando más de ella, por alguna razón conmigo se comportaba distinto que con el resto al parecer. A mi me cayó un poco mal, pero por lo que me decía el Julián era la única que sentía eso.

En uno de los recreos que quise estar sola me fui a la biblioteca a dibujar un rato, estaba tan ensimismada en mi tarea que solo sentí una presencia que se sentó a mi lado.

—Hola. — susurró.

Era la Rubí.

—Hola. — le respondí sin ganas.