Amor de Papel • Rubirena •

Capítulo 8: La pijamada

Rubí

Hace ya un tiempo estoy recibiendo una carta del Julián por semana. Llegaron y espero que no se vayan nunca más. Me llena de cosas bonitas y nunca me había sentido así de apreciada.

Desde la primera me llamó un poco la atención porque no sabía que era capaz de escribir y menos de esa forma. El siempre me decía que la escritura no era su fuerte, pero cuando se lo recordé el me dijo que si se inspiraba en mí era capaz de hacerlo.

Siempre cuando firmaba las cartas al lado de su nombre ponía una estrellita.

No sé en qué momento cambiaron las cosas, pero estábamos construyendo algo que se estaba cocinando lento y con calma. Así me gustaba, sobretodo después de mi última decepción amorosa.

Por la misma razón comencé a frecuentar más la sala del tercero B. Conversábamos harto y sentía que al fin recuperabamos esa fluidez que habíamos perdido hace unos años. Algunas veces me ponía nerviosa, pero nada que Rubí Cárdenas no pudiera controlar.

En otras ocasiones iba y conversaba con él y sus amigos que ya casi eran mis amigos también y en otras ocasiones iba a hablar con el Julián y... terminaba conversando con la Maca, pero era porque claro Julián iba a jugar fútbol.

Con respecto a ella, también la sentía más cercana, no había día que no habláramos por WhatsApp y una que otra vez nos marcabamos por teléfono los fines de semana. Ella se estaba volviendo especial en mi vida, sentía que aunque eramos muy distintas en carácter, compartíamos los mismos ideales y la forma de ver la vida. Siempre aprendía algo nuevo con ella y eso nunca me había pasado con una persona.

Ahora iba a la sala del tercero B, aunque ya había visto que el Julián estaba en la cancha, a lo mejor me encontraba con la Maca.

-¡Compañera de electivo! - le dije.

-Señorita Cardenashan. - me dijo con el apodo que me había puesto. Según ella tenía el mismo glamour que las famosas hermanas y a mi me hacía mucha gracia, siempre me sacaba una sonrisa cuando me decía así.

-¿Qué haces aquí solita? - le pregunté.

-Leyendo el último cuento de mi nuevo libro favorito.

"Bestiario" decía en la portada, era el que le había regalado, sonreí.

-Ah -. Dije sentándome a su lado -Así que tu libro favorito.

Ella asintió.

-¿Quién te lo habrá recomendado?

-Una conocida de por ahí, bien risueña y linda. Muy habladora también-. Dijo lo último molestándome, pero aún así la palabra que más resonó en mi fue linda-. Hablando en serio- carraspeó- me gustó harto. Teniai razón que iba a ser de mi gusto.

-Es que yo soy bruja. Sé todo.

-¿Ah si?

Yo asentí.

-No creo.

Después nos quedamos mirando y me puse nerviosa, los momentos de pausas con la Maca no eran incómodos, pero sentía que eran los silencios más ruidosos de mi vida, una voz externa a mi tenía mil pensamientos sobre ella y sus ojos también me gritaban miles de cosas.

-Oye estoy sentida contigo-. Dijo.

-¿Qué?¿Por qué?

-Porque me dijiste que íbamos ir al taller de artesanía y después a ver a tu mommy y no hemos hecho ninguna de las dos cosas. ¿Cuánto a pasado?¿Un mes?

-Ay Maca, tení razón, es que este último tiempo he estado un poco en otra.

-No si me he dado cuenta-. Dijo cabizbaja.