Cambio de look

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Habían pasado varios días desde aquella conversación. Los intentos de Mephiles para mejorar su relación se volvieron cada vez más insistentes. Todas las mañanas, antes de ir a trabajar, Mephiles le prepara un desayuno y se lo lleva a su cuarto, le ayuda con algunas tareas domésticas, como fregar, lavar los platos, hacer la colada... Sus interacciones seguían siendo algo torpes, pero a veces llegaban a tener alguna conversación interesante. Una vez estuvieron hablando sobre biología e incluso llegaron a mencionar datos interesantes como el cambio de sexo de los peces payaso o como la reproducción del lagarto "Leiolepis ngovantrii" por medio de ovulación y clonación, solo siendo hembras en el proceso, llamado partenogénesis. Shadow adoraba los temas relacionados con la ciencia y la biología, hablar de ellos con Mephiles, era una de las únicas pocas cosas que no le incomodaban de sus conversaciones. De hecho, su presencia se volvió la razón del despertar de su interés, apreciaba la compañía de la criatura, pero intentaba evitar cualquier paso en falso que pudiese llevarle a cometer un fallo mortal.

Un día, cuando la alarma le despertó, el pudú ya estaba delante de su puerta con una bandeja con comida para el erizo. Shadow iba ya a dirigirse a la puerta, pero antes de levantarse le vino un pensamiento a la cabeza que le hizo cambiar de opinión: en vez de ser él el que haga el viaje de ida y vuelta le dijo al pudú que entrase para entregarle su desayuno en la cama, a lo que este con un tono preocupado le cuestiono:

-Pero tú dijiste que no tenía permiso de entrar en tu habitación.

Shadow lo recordó, pero ya no le importo, así que respondió.

-Ya no importa si es solo para que me traigas eso. ¿Puedes acercarte y traérmelo ya?

Mephiles aún tenía nervios, pero aceptó la orden del azabache. Shadow también se empezó a plantear porque le había permitido tal cosa, es cierto que no hizo ningún acto sospechoso durante todo este tiempo, y que dice la verdad sobre su desconocimiento, pero aun así dejarle entrar aún podía ser peligroso, no sabe si lo hizo por el cansancio o porque, durante un tiempo, su compañía no era tan desagradable como al principio, aun así seguirá atento. El pudú dejo la bandeja en la mesilla de al lado de la cama, tal y como le indico su compañero, y espero, la bandeja contenía unos bollos un plato con granos de café y algo de agua, el erizo mordió uno de los granos, miro al pudú expectante por su comentario al respecto, siempre que hacia algo positivo por él esperaba un comentario igual de positivo como recompensa.

-Lo has hecho bien, como siempre.

-Gracias Shadow –El pudú hizo una reverencia inclinando su cabeza y ligeramente su torso mientras recogía sus manos en su espalda. Shadow pensó que parecía un sirviente y le causó algo de gracia, mostrando una leve sonrisa que luego intentó ocultar. Llevaban tiempo comportándose así, Mephiles se mostraba servicial con él solo para conseguir su amistad y Shadow intentaba no mostrar ese aprecio, no quería confiar en esa criatura, no aun. Antes de que el extraño ser se retirara, el azabache recordó la misión de hoy y lo que conlleva para su amiga:

-Debo informarte de que mi compañera Rouge será quien se encargue hoy de cuidarte mientras Cream está con mi chao.

-¿Tu compañera? Pensé que erais un equipo en vuestro trabajo, ¿puedo saber qué fue lo que provocó tal cambio?

-Me han solicitado para hacer una misión con Omega y Rouge aprovechó para tomarse un día libre, ella quiere saber más sobre ti y pensó que esta sería una buena oportunidad.

Había algo en sus propias palabras que no le cuadraba, ¿por que Rouge quería tomarse la molestia de venir aquí en vez de visitarlos mientras estaba Shadow en casa? Algo tramaba, como siempre, su amiga suele tener intenciones ocultas, pero confiaba en ella y sabe que podrá apañárselas en el estado actual de la criatura delante de él.

Origen del Time EaterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora