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Hace mil años...

El mundo ha sufrido bastante con una guerra interminable por varios años, lobos y vampiros, dos especies incomprensibles y extraordinarias que desean ganar el poder sobre todos, en especial sobre los humanos. Incontables vidas perdidas que han hecho un calvario para ellos, viviendo una vida llena de miedo y muerte. Siendo los humanos los que más sufrían con esta tiranía. Al ver que se habían quedado estancados en una batalla sin beneficio el Rey Somchai, un vampiro pura sangre, decidió poner fin a todo esto y tratar una tregua con el Rey Khalan, Alfa puro.

Ante aquella noticia todos estaban sumamente sorprendidos, nadie se esperaba que algo como esto sucediera, por fin queda finalizada esta masacre.

Los reyes Laila y Somachai llegaban escoltados a territorio de los licántropos siendo recibidos por sus iguales en el castillo. Los lobos estaban sumamente alertas por si algo pasaba, aun no confiaban en los vampiros y mucho menos es esa tregua.

-Sean bienvenidos majestades –ambos reyes los saludaron con una respetuosa reverencia-

-Gracias por recibirnos –de igual manera ambos hicieron una reverencia-

-Hemos traído algunos obsequios como símbolo de amistad entre ambos territorios –Somchai le dio una seña a uno de sus sirvientes con la mano indicándole dejara todos los regalos que han traído-

-Les agradecemos el gesto, nosotros les hemos preparado un gran banquete en su nombre, por favor pasemos al gran salón para festejarlo –el rey les indico amablemente el camino-

Aunque había algo de tención la cena prosiguió sin ningún imprevisto. Al termino los reyes se dirigieron a un gran despacho para ahora si hablar sobre aquel tema por el cual estaban interesados.

-Se ha derramado demasiada sangre y se han perdido muchas vidas, los humanos nos temen y nuestras razas, debido a esta guerra, empiezan a padecer

-Es verdad, nos hemos enfocado en una lucha constante por el poder, que nos hemos olvidado de nuestra gente y su bien estar y la de todos

-Sí, tiene razón rey Khalan, es por eso que le propongo una tregua y poner fin a todo esto que no nos ha llevado a nada

-Su propuesta es sumamente tentadora, pero que es lo que espera o más bien, ¿qué quiere a cambio?

-Una sociedad en la que podamos coexistir, todos

-Tiene razón, es hora de que todos seamos iguales, haremos esa tregua, pero alguien tiene que tener el mando –se rasco la barbilla pensando un poco- creo que deberemos proponer a un consejo que sea integrado por partes iguales, tanto de vampiros, lobos y humanos, el cual rija bajo leyes que nos beneficien a todos. Será conformado por nuestros mejores y más preparados hombres, les haremos saber nuestros puntos y propuestas y ellos se encargarán de estipular las mejores para nosotros. ¿Le parece bien esta idea?

-Totalmente de acuerdo rey Khalan, también creo que, para empezar a convivir, deberíamos mandar a un contingente de todas las clases a territorios contrarios para así irnos relacionando poco a poco, al igual, hacer intercambios de productos y bienes. Nuestra gente se encargará de enseñar a los demás, culturas y tradiciones a sus contrarios y así mutuamente

-Me parece perfecto, respecto a nuestros territorios, todas las fronteras se abrirán y será libre el paso para todos, tendremos oficiales mezclados para controlar el paso de todas "las especies"

-Muy bien, de inmediato daré todas las ordenes.

-De mi parte será de igual manera.

-Se me ha ocurrido, que para formalizar este momento y conmemorar esta alianza, lo celebremos con un matrimonio, y que mejor, que sea el de nuestros primogénitos

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