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Verlo de esa manera era toda una maravilla, una excitación para todo mi ser. Su belleza siempre ha sido sin igual, tan pura, excepcional. Ese brillo en sus ojos que opacaría al mismo sol y esa sonrisa aperlada con tan exquisitos labios, hacen que me pierda en un profundo deseo carnal. Desde el primer momento que lo vi me deslumbro con tan altiva belleza y elegancia. Engalana cualquier lugar, cualquier momento y cualquiera caería a sus pies con tan solo ser mirado con esos profundos ojos, así como lo hice yo. Caí profundamente en un abismo de pasión por su piel, sus besos y su calor y del cual desgraciadamente no me he podido levantar y tampoco deseo hacerlo. Esta sí es una verdadera maldición; estar vagando por el mundo por mil años no se compara a estar endemoniadamente enamorado de un ser tan maravilloso como lo es él.

Con tan solo rozar su piel con mis manos, hace que mi cuerpo arda como si estuviera en el mismísimo infierno, y su voz, su voz es la que me alza hasta el cielo con tan melodiosa armonía. Maldita sea lo amo, lo amo tanto que quisiera perderme en pecado total en su ser.

Prometí cuidarlo y amarlo toda mi vida. Siempre lo hice y lo seguiré haciendo, así pasen mil años y otros mil más.

Frente a los demás figuraba ser duro, frio y calculador hasta el punto de ser odiado, pero con él, con él sería amoroso, cariñoso. Estando a su lado sacaba lo mejor de su persona, en todo su contexto. Con él, siempre con él daría lo mejor de su ser.

Ya estaban todos un poco más calmados, aunque sin bajar la guardia. Mix se sentía mejor sorprendiendo a Earth a quien no se le despegaba durante estos días. La anciana solo los veía y sacaba pequeñas sonrisas de confort al comprobar lo que la Madre Luna tenia escrito para ellos y estaba comenzando

Ohm y Fluke iban a sus trabajos y se mantenían en contacto en todo momento tanto con Gulf como con Mew y Earth. Cuando llegaban a la mansión disfrutaban de la compañía de su ahora nueva familia junto a su pequeño hijo Max, quien era cuidado amorosamente por Mix y Ratana y de vez en cuando por la servidumbre

Aunque quería ocultarlo para no poner más tensión en la casa, Gulf se salía al enorme jardín a pasar un momento de calma admirando el atardecer pensando en todo lo que ha pasado y como poder solucionarlo. Que Decha tuviera la daga ahora en sus manos lo tenía sumamente preocupado sumándole que también le preocupaba su amigo y doctor Zee, a quien hace algunas semanas lo dejo en aquel hospital sin explicación alguna sobre su esposo y todo lo que dijo cuándo recupero el conocimiento aquella vez.

Respiro profundamente tratando de relajarse y despejar un poco su mente. Sintió una sensación en su cuerpo, se sintió un poco extraño. Acaricio un poco su pecho haciendo ejercicios de respiración, pero esa sanción no lo dejaba, empezó a sentir un poco más de calor y su vientre comenzó a contraerse un poco.

-Tu aroma es totalmente hipnótico para mi

Mew lo sorprendió al estar detrás de él, aspirando profundamente ese olor que empezaba a desprender su cuerpo

-¿Aroma?...

Maldición, lo olvidé, no puede ser. Estoy entrando en celo.

Se empezaba a formar el sudor en su frente y los espasmos en su vientre eran cada vez más seguidos

-Mew, yo tengo que...

-¡No!...no lo hagas, por favor, no te ocultes de mí –lo tomo entre sus brazos embriagándose de su aroma y hablándole al oído- Gulf, por favor, yo quiero pasarlo contigo. Tu celo, yo deseo pasarlo contigo. Soy tu esposo y como tal lo haré.

Gulf se volvía loco con esas palabras en su oído. El roce de aquellas manos en su piel lo quemaban de pasión y deseo

-Va-vamos a la habitación...por favor

NUEVA LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora