Se arrastró hasta la orilla del pequeño estanque, gotas grandes se deslizaban por sus mejillas.
—Estamos en las profundidades de la gruta. Según el mapa, aquí deberían poner sus huevos las serpientes que vimos la primera vez que entramos.
Liu QingGe se sacudió el agua con brusquedad, pero no se atrevió ni siquiera a permitir que alguna gota cayera en el otro hombre.
El aturdimiento y la desconfianza bailaban en sus ojos, como si el velo que ocultaba esta incógnita hubiera sido perturbado, mostrando sólo un poco, pero nada más. Esta sensación de incertidumbre aplastó el pecho del Dios de la guerra.
Pero él era este tipo de hombre bruto. Si tuviera algo más de inteligencia emocional, lo hubiera comprendido.
El sonido chorreante de pisadas tras pisadas los alertaron. Mirando hacia el hueco frente y detrás de ellos, algo se estaba acercando.
Ambos sacaron talismanes, habían traído suficiente como para aislar los poderes de la cueva. A excepción de Shen Jiu, Liu QingGe aún conservaba sus poderes espirituales intactos.
Así, espalda con espalda, se prepararon para lo que sea que viniera ante ellos.
Shen Jiu, con su delgada cara y su fuerte orgullo, dibujó con los talismanes una matriz. Prefería lesionarse antes de volver a pedirle algo a este hermano marcial.
—Las criaturas que habitan en las profundidades de las cuevas no les agrada la luz. —sus dedos de jade lloraron gruesas lágrimas carmesí.
Basándose en su experiencia como cultivador, Shen Jiu sabía que no sería una sola criatura.
Pero su experiencia era una cosa, la realidad era otra.
Era un tipo de animal gigante, feamente deformado. Su mitad inferior era como la de un cangrejo y la otra mitad superior era igual que la de una serpiente.
Un híbrido perfecto.
La monstruosidad caminó lentamente. Se veía madura, pero no lo suficientemente para ser vieja.
Chen Luan, al igual que su dueño, fue despiadado y brutal. Pero la coraza de esta bestia era tan gruesa, que ni siquiera usando técnicas serias de Bai Zhan se lograría atravesarla.
—¡Su armadura está encantada! —voló Liu QingGe en su espada. Pronto los talismanes de matriz fallarían. No tenían mucho tiempo antes de que la cueva absorbiera su flujo espiritual.
Entre la confusión y el brillo de la espada, Shen Jiu deslumbró algo extraño en el tórax. Un papel de talismán envejecido pero firme se India entre la carne y las escamas.
Eso es...
Un talismán potenciador.
—¡Ataca en su tórax! —gritó Shen Jiu mientras avanzaba con su barrera de talismanes.
Cambiando rápidamente de táctica, Liu QingGe apuntó a Cheng Luan Justo donde su hermano marcial le dijo.
La bestia se petrificó en el acto.
Pero algo se sentía mal.
Fue demasiado sencillo.
Con esta desconfianza bailando en sus labios, Shen Jiu vio como Liu QingGe se acercaba para quitar la espada.
Justo entonces, como si una vela se hubiera prendido, él lo entendió.
—¡No saques tu espada! —exclamó, pero era demasiado tarde. La espada había sido retirada y un espeso líquido salió disparado junto a una bruma púrpura de origen desconocido.
Shen Jiu se abalanzó para proteger a su benefactor, y, a pesar de ser rápido, olvidó que los talismanes de la matriz estaban agotados.
La barrera se unió al líquido púrpura, nublando su vista.
Shen Jiu sólo sabía que se estaba ahogando hasta la muerte con el líquido turbio. En sus lapsos de conciencia, se encontró con la mirada de Liu QingGe. Él estaba mucho menos sucio de lo que esperaba. Golpeó firmemente la espalda del otro para obligarlo a sacar el veneno.
—¡Escúpelo! —gritó el Dios de la guerra. Viendo como el otro tosía y su visión se regulaba, dejó escapar un suspiro de alivio.
Su hermano marcial no lo sabía, pero acababa de darle un susto de muerte.
—Estas muy sucio... quítate... —murmuró semiconsciente.
—Incluso a punto de morir te preocupas por estas tonterías —Liu QingGe lo cargó en busca del estanque.
Al ser el agua que se había desplazado desde arriba, aún conservaba productos beneficiosos para el cultivo, sin embargo, Liu QingGe fue tomado por sorpresa cuando vio que el musgo de las profundidades brillaba hasta iluminar la cueva.
Asustado, intentó arrastrar el cuerpo semiconsciente de Shen Jiu, solo para ser golpeado por una barrera. No había forma de ingresar
El musgo se aferró rápidamente al cuerpo en el agua, hundiéndose aún más.
Habían lapsos de lucidez donde lograba encontrarse con el reflejo de Liu QingGe en el lago, buscando desesperadamente la forma de agarrarlo y llevarlo a la superficie. Otras veces podía percibir que el otro sacaba a Chen Luan y otras veces lo veía claramente luchando para que el musgo no se lo llevara.
Lo único que supo antes de desmayarse por completo, fue que el otro hombre lo cargaba en su espalda.
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¡Prometo no abandonar este fic! Cuando termine su publicación, voy a editar las partes 🤗✨Aprovecho de saludar a la personita que siempre comenta las actualizaciones ¡me ayudas mucho! ✨✨
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Ayudando al protagonista masculino a recuperar a su esposa.
FanfictionShen Jiu reencarna en el cuerpo del esposo del rey demonio Luo Binghe. Mientras huye de su pasado como villano escoria y maestro cuestionable, descubre las verdaderas intenciones de su hermano marcial, mientras intenta sobrevivir a una problemática...