Ayudando al protagonista masculino a recuperar a su esposa.

Capitulo 41

Cuando despertó, sus oídos piteaban y el húmedo líquido brotando de su frente nubló momentáneamente sus sentidos.

—¡Deja de correr, Shen QingQiu! —exclamó Luo BingGe. Su figura entre tinieblas y el aullido de la tormenta fueron como un recordatorio de que, en efecto, ese sujeto no estaba pensando con claridad.

—... Incluso se animó a venir sin refuerzos —meditó Shen Jiu.

Las botas exquisitamente fabricadas rozaron el césped. El hombre frente a él siguió sonriendo mientras quitaba la ilusión de tener la cara sana.

Ante ellos, estaba otra vez la marca que las prácticas oscuras habían dejado antes.

—Shizun, esto es muy sencillo. Solo tienes que venir a mi lado, y dejaré a todos esos bastardos con vida. Sabes que es inevitable. Te estoy dando a elegir. Tu voluntad por sus cabezas.

La tormenta parecía sentir él aura demoníaca del híbrido que pisaba la tierra. Los remolinos y la lluvia golpearon más fuertemente.

La energía fluctuaba en el aire, como si rechazara al medio demonio con repulsión.

"Esto no está bien. Es Luo BingHe del camino del orgulloso demonio inmortal. El único que domina completamente a la espada Xin Mo. ¿Como podría estar teniendo problemas para controlar su energía?"

Shen Jiu afiló su vista.

No era que Luo BingGe fuera tan descuidado como para permitir que su energía espiritual lo dañara a propósito.

—Está poseído —musitó Shen Jiu, invocando a Xiu Ya —Debió haber tenido problemas con su plan, y agotó los recursos, al punto que su mente se debilitó.

Las esquinas de sus labios se crisparon con cierta burla

—Luo Binghe, ¿tan desesperado estás por cogerme que caíste tan bajo como para dejarte parasitar por un demonio?

Luo BingGe frunció el ceño, pero no hubo indicios de que lo negara.

"¿...Es en serio?" Maldijo Shen Jiu en su corazón.

El cultivo de ese cuerpo no era bajo. A diferencia de él, Shen Yuan si había logrado la formación de su núcleo y era perfectamente capaz de hacerle frente, por algunas horas, a Luo BingGe.

Sin embargo, a pensar Xiu Ya se encontró con la espada Xin Mo, sin miedo ni recato, Luo BingGe tomó el filó entre sus manos, cortando su palma.

Al encontrarse con los ojos de su oponente, un escalofrío recorrió la nuca de Shen Jiu. La sangre fluía como un riachuelo carmesí hasta desaparecer en el abismo de las palmas calizas.

Lo estaba mirando.

Descaradamente lo estaba mirando. Sin pestañear.

Con una mueca de desprecio, presionó a Xiu Ya.
—¿Estás tan celoso de esa pequeña bestia, que incluso quieres que repitas las mismas heridas que le hice a él? ¡Qué enfermo!

No esperaba en lo absoluto que el otro usara esta cercanía a su favor. Jalando la muñeca de otro.

—Shizun es siempre muy considerado y minucioso en sus acciones, sin embargo, sigue ignorando las cosas obvias.

Shen Jiu se sintió insultado. Él y ese Shen Yuan no eran la misma persona.

Fue cuando la otra persona lo jaló a sus brazos cuando Shen Jiu comprendió su línea de pensamiento.

Con brusquedad, la mano de Luo BingGe tapó sus vías respiratorias.

¡La sangre!

A pesar de ser sangre, era tan oscura como el petróleo.