Ayudando al protagonista masculino a recuperar a su esposa.

Shizun es impaciente.

Los primeros dos días ya habían cobrado la vida de los cultivadores principiantes. Incluso Luo Binghe se sentía mareado, pero no podía rendirse ni echarse atrás.

Mientras, Liu QingGe y Shen Jiu se propusieron a examinar los archivos del rey demonio por separado.

Liu QingGe aún estaba preocupado por el cuerpo original de Shen Qingqiu. Pensar que había sido escondido en las profundidades de algún lugar congelado otra vez era suficiente para hacer que se le eriza el cuero cabelludo.

Por otro lado, Shen Jiu investigaba en la habitación de Shang QingHua. Habían montañas y montañas de papeleo, incluso su cama era imposible para ser habitada.

Repentinamente, mientras movía papeles de lugar, un pergamino cayó de la almohada.

Pero simplemente no podía leer lo que estaba escrito ¡Era completamente diferente a la escritura que alguna vez había visto en la casa Qiu! ¡Nunca había visto nada así!

Pero en la esquina del papel había algo escrito. Algo que sentía ligeramente familiar.

—"Avion disparado hacia el cielo" —leyó con incredulidad.

Con las cejas fruncidas, Shen Jiu no tuvo más opción que guardarlo en el interior de su túnica. A parte de ese pergamino, todo lo demás era completamente normal.

Mientras caminaba por los pasadizos usados por las bellezas que solían jugar entre ellas, Shen Jiu abrió una puerta, golpeando así la cara del Dios de la guerra.

Ambos se miraron por menos de un minuto.

—¿Encontraste algo? —preguntó Shen Jiu mientras se limpiaba el polvo del rostro.

—Nada. —murmuró secamente. Su bonito rostro tenía un pequeño moretón púrpura, luciendo como una belleza herida.

—Tampoco encontré mucho —Shen Jiu dudó por un momento antes de ceder y presentarle el pergamino lleno de símbolos desconocidos.

Era obvio que Liu QingGe no los reconocería. De las 12 cumbres, Bai Zhan era la que más alejada estaba de los asuntos literarios.

—Se parece a lo que escribes —dijo mientras acercaba el papel a sus ojos.

—No recuerdo haber escrito tanta bestialidad —refunfuñó. —¿Cómo sabrías tú lo que esté maestro hace en su tiempo libre?

Casi pudo imaginar a Liu QingGe patentado la puerta de la casa de bambú, viendo las cosas que el otro Shizun escribía.

"¡Qué tontería!"

De un jalón le arrebató el papel. Sus ojos de fénix estaban verdes de envidia.

—Zhengmen-Shixiong será informado de esto —dictaminó Liu QingGe con frialdad.

Esto no le convenía a Shen Jiu. Si se enteraban de lo que Luo Binghe hizo con el cuerpo de su hermano marcial, todo esto sería una caótica guerra entre bandos.

—Aún si organiza a las 12 cumbres, el mirador Tian Yi y las pequeñas sectas sin nombre, ¡Es Luo Binghe de quien habla!

¡Y podrían ser dos!

Liu QingGe apretó sus puños con frustración.

—Solo preocúpate de tu cuerpo. Cuando la energía demoníaca lo resienta, vendrás conmigo a Cang Qiong.

Shen Jiu abrió los ojos con incredulidad.

"¿Ir a Cang Qiong? ¡Ni de broma!" Debía escapar lo antes posible.

—¿Qué te hace pensar que quiero ir contigo... en vez de quedarme con mi... —Shen Jiu tuvo que tragarse toda su dignidad para continuar su discurso —En vez de quedarme con mi esposo?