Historias de Sabrina Carpenter 🎶

🎄 Christmas The Whole Year Round 🎄

"Why stop at one?
Hey, we're full
When we could have 364 more
Let's make the whole year Christmas"

Penny Moscowitz

-¡Feliz Navidad!- decía a todos los que me cruzaba por el centro comercial mientras caminaba con una sonrisa- ¡Feliz Navidad!

Navidad debería ser todo el año. No hay que olvidar este sentimiento, jamás lo dejaría.

Llegué a mi puesto de trabajo en la cafetería "Carpenter's" y me saqué el abrigo al entrar al local pasando por detrás del mostrador.

Había algunas personas tomando su chocolate caliente o eggnog cuando apareció en mi vista mi compañera de trabajo con una caja en las manos y una vincha con cuernos de reno.

-¡Feliz Navidad, Estie!- le dije a la castaña sin que se me borrara la sonrisa.

-Si, si- contestó con desdén dejando la caja sobre el mostrador y sacando un pastel decorado en rojo y verde para ponerlo sobre una bandeja. Yo me puse una vincha igual a la de ella- Espera... ¿Navidad no es como en una semana?- se puso de mi lado del mostrador.

-Si... Pero, ya estamos en clima- me encogí de hombros.

-Si... Ajá- reboleó los ojos.

-¿Por qué tienes que ser tan Grinch?- pregunté. Sabía que no le agradaba la Navidad tanto como a mí, pero... ella era hasta exsesivo.

-¿Por qué tienes que tener más espíritu que un personaje imaginario hecho para gastar dinero?- preguntó irónica.

La puerta de la cafetería se abrió dejándome ver al chico más lindo del mundo.

Se acercó al mostrador y me plantó un tierno beso en los labios.

-Hola- dijo casi en un susurro con una sonrisa.

-Hola, Marco- respondí igual.

Estie tomó su chaqueta con apuro y empezó a irse quitándose la vincha.

-Cúbreme, vuelvo en diez minutos- soltó y se alejó de mí.

-¿Qué le pasa?- preguntó mi novio.

-No sé... No le gusta esta época, lo cual me parece imposible- respondí.

Campanas sonando, gente cantando, en serio, ¿por qué parar?

Empecé a hacer su café favorito, uno italiano.

-Deberías decorar un poco- comentó- Lindas vinchas, pero el lugar de afuera no tiene nada.

-Si, tienes razón, se suponía que Estie lo hiciera esta mañana.

Su café estuvo listo, lo puse en un vaso para llevar y se lo entregué. El sonrió y por reflejo también lo hice.

-Salimos hoy, ¿no?- preguntó- Haremos esas cosas navideñas que me dijiste en verano que querías hacer.

-¿En serio?- exclamé emocionada. No esperaba que lo recordara. Él asintió y yo salí del mostrador para abrazarlo- ¡Te amo!

-También te amo- respondió separándose un poco- Y si no llegamos a hacer todas, tenemos todo el año, ¿o no? No necesitamos árboles, ni rojo y verde.

-O sea que... ¿Hacemos todo el año Navidad?- pregunté con mis brazos entrelazados a su cuello.

-Hacemos todo el año Navidad.