Historias de Sabrina Carpenter 🎶

Sue Me

"That's my shape, I made the shadow
That's my name, don't wear it out though
Feelin' myself can't be illegal, illegal"

Elle Woods

Nadie está trabajando, puedo verlo. Todos vinieron porque es un viaje a París todo incluido, no hay otra explicación. Y ahora, todos están mirándose como si no pudieran estar dos segundos sin sexo.

La ridiculez plasmada era esto. Pero, aún así, yo quería el ascenso, merecía el ascenso y aparentemente, era la única que realmente presentaría algo decente.

-¿Ya elegiste la obra? ¿En serio?- escuché su molesta voz por encima de mi cuaderno y suspiré.

-¿Tienes algún problema?- contesté sin parar de escribir. Se sentó a mi lado- ¿Necesitas algo? ¿Copiarme, quizás?

-Tranquila, hermanita, claro que no- respondió el rubio con un tono que odiaba. Odiaba todo lo que viniera de él.

-Hermanastra, Zackarias- aclaré.

Zack Hodgman, alias: hermanastro, alias: la persona más ridícula del planeta. Era mucho más joven que yo y ni siquiera entendía como había conseguido un puesto en la empresa, pero no permitiría jamás que consiguiera esto, sabía que no lo haría.

¿En serio pesaban que sería difícil para mí?

-Tal vez...- paró de hablar y lo miré finalmente. Siguió con la mirada a una chica que pasó por delante de mí. La reconocí, me encargué de averiguar quien venía: Lorena Torres, no podría conseguir a esa chica ni aunque la salvara acostarse con él- Ya vuelvo- se levantó con rapidez y fue hasta ella.

-¡No vuelvas!- exclamé.

Una vez mi atención completamente puesta en lo que tenía que hacer, continué. Había elegido una pintura llamada "La cerradura". Era interesante, era una habitación con una pareja y el hombre cerraba la puerta con llave.

La interpreté por otro lado la verdad, quizás me vaya un poco de las ramas, pero... me gustaba pensar estas cosas. Hay mucha gente que dice que las mujeres son como cerraduras y los hombres son la llave: una llave maestra abre toda las cerraduras, muy útil. Una cerradura que se abre con todas las llaves simplemente no sirve.

Una pequeña palmadita en la espalda para el machismo. Creen que con esas metáforas estúpidas nos hacen quedar mal y nos tiran abajo a las mujeres. Comprarse con metal, ¡ese es el espíritu del progreso, muchachos!

Por tener un vestido corto ya somos tachadas como putas. Me demandan por verme linda, por seguir adelante haciéndolo todo bien .

Yo soy la silueta, yo hice la sombra. Este es mi nombre y no quiero que lo olvides. Sentirme bien conmigo misma no puede ser ilegal.

Demándenme por querer crecer. Demándenme porque me importa mi trabajo. Los espero sentada.

Demándenme.