Historias de Sabrina Carpenter 🎶

☎️ A Nonsense Christmas ☎️

"Think I only want you under my mistle toe
I might change your contact to 'Has a huge North Pole'"

Trish McEvoy

24 de diciembre

-Llamo a la hotline Stravaganza de Trish McEvoy, si quiere la experiencia normal, presione uno. Si quiere la experiencia navideña, presione dos. Y si quiere una experiencia personalizada, presione tres y aguarde un instante- dije al teléfono con los pies apoyados en mi escritorio.

Ya sé, no es el trabajo el cual tus padres se sientan orgullosos, o que mucha gente quisiera alardear. Pero, pagan bien, increíblemente bien, paga mis estudios y... a mí me gusta. Es divertido.

A veces, llama gente que no está bien con su pareja, llaman parejas juntas para que lo guíe, llama gente que se siente sola, etc. Navidad es una de las épocas más ocupadas del año, después de San Valentín, por lo tanto todas en la oficina estamos constantemente al teléfono hoy.

-Hola...- cambié la voz a una más seductora después de ver el número dos en la pantalla- Felices fiestas... ¿Con quién tengo el gusto de hablar?

-Linus- contestó un chico. Por su voz no parecía de más de 30 años y sonaba nervioso.

-Gusto en conocerte, soy Trish- respondí- Y dime Linus... Dios, amo tu nombre- suspiré fuerte- ¿Qué estás haciendo ahora? ¿Dónde estás?- pregunté sonriendo.

-En la cama- dijo después de unos segundos.

-Me encantaría tenerte bajo el muérdago- empecé- ¿Desnudo?

-Si.

-Wow... Tienes un gran Polo Norte, así debería agendarte- seguí entre respiraciones entrecortadas. Me imaginé que ya estaría al menos queriendo comenzar, así que yo también lo hice- ¿Te gustan mejor mis medias en el piso? He sido una muy mala chica- me di una fuerte palmada en la pierna y jadeé- Creo que me traerán carbón.

Sentí una respiración muy agitada del otro lado y sonreí.

-¿Hace frío dónde estás, Linus?

-Si. Nieva.

-Déjame calentarte- contesté rápido. Me relamí lo labios- Con mi lengua, mi lengua va por cada centímetro de tu cuerpo... Suena como Jo, Jo, Jo- dejé varios segundos en silencio, escuchando jadeos- No quiero ningún duende ni nada más abajo del árbol, quiero estar debajo de ti- seguí- ¿Sabes qué? Estoy hablando de decorar todo, egg nog. Uh... que grandes bolas de nieve, me encanta.

-No pares- oí y casi suelto una risa.

Me enderecé en la silla y suspiré.

-Que lindo nuevo juegute, ¿no lo crees? Quiero podar el árbol, cantar billansicos ¡Dámelo todo!- golpeé mi pierna otra vez y lancé un gemido- Eres mi lista de desesos, mirándote solo pienso en Navidad. Siento copos de nieve cuando me besas. Y cuando bajas por la chimenea ¡Ay por Dios! Tu eres Santa Claus y yo la señora- grité.

-Estás encima de mí.

Interesante.

-Demos un paseo, seré tu reno. Me haces hablar Navidad.

-Ya casi llego.

-Muy bien, escúchame con atención, Linus, hay muchos regalos en un gran saco- empecé el final- Ese paquete es demasiado grande para envolver. Me levanté esta mañana solo pensado en este momento contigo... ¿Que tan rápido puedes armar un muñeco de nieve? ¡Piensa rápido!

Sentí un gemido grave del otro lado y yo falseé un muy fuerte orgasmo, como siempre.

-Eres increíble, Linus- dije respirando con dificultad- Espero hagamos estas tonterías de nuevo. Besos y feliz Navidad.