Almost Love

8 2 0
                                    

"We could give it a minute
But what's the fun in a minute?
When we could push all the limits"

Faith De Souza

Vestido dorado, tacones negros, media coleta, accesorios, maquillaje, bolso, libreta y lápiz. Todo listo.

Para vencer e só vencer, você pode.

A pesar de que vivía en Estados Unidos hacia bastante, mi portugués no se iría por nada del mundo y para eso estaba aquí en París, para representar a Brasil y poder demostrarle a todos que no soy solo una cara bonita sin cerebro.

Tenía demasiada presión encima y por eso mismo, tuve que la noche anterior tomar un trago y relajarme. Aunque, digamos que no fue solo un trago y la noche no terminó como esperaba, terminó bien, muy bien... de hecho.

Anoche tuve esos momentos donde sientes la adrenalina antes de que la luz roja se torne verde en el semáforo o cuando el telón baja cuando termina el show.

Y quizás... lo sentí dos veces. Si... ese momento cuando terminas pero quieres una más.

Pero, ya estaba ahí y tenía que sacarlo de mi cabeza antes de que siguiera distrayéndome. El museo estaba lleno de gente que quería lo mismo que yo y aún no podía elegir la obra sobre la que quería escribir.

-Hola, preciosa, tanto tiempo- el acento español, su voz, su sexy voz que venía desde detrás de mí con ese tono tan seductor.

No. Imposible.

Sentí la tensión subirme por las venas, se acercaba, lo notaba.

Se puso delante de mí finalmente y sonrió.

-Ho... Hola- contesté finalmente- ¿Qué... qué haces aquí?- no lo podía creer.

-Lo mismo que tu supongo- respondió- Es mucha casualidad, ¿no crees?- estaba disfrutando el momento, le gustaba que me sintiera vulnerable.

-Necesito un minuto- solté.

-¿Cuál es la diversión en un minuto?- preguntó con ironía- No me gusta llevar las cosas lento, ¿sabes? Creí que a ti tampoco por lo que pasó.

-No esperaba verte aquí- justifiqué... creo.

-¿Te quieres tomar un descanso?- puso un mechón de pelo detrás de mi oreja y se acercó aún más a mí.

No podía mentir. Lo quería como anoche. Lo quería en una habitación vacía. Lo quería besar, largo y exagerado. Lo necesitaba más de lo que he necesitado a alguien jamás.

Y no, no lo decía de una manera romántica, solo que recordaba tan poco de anoche, pero a la vez muchísimo y suficiente para saber que nunca había tenido una mejor noche como aquella.

Como mi camisa quedaba abierta en mis hombros, como mis manos solo querían tocarlo. En serio, ¿por qué esperar?

En serio, ¿quién hablo de amor? Digamos... casi amor.

Historias de Sabrina Carpenter 🎶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora