Read your Mind

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"You're not my friend and baby you never were
Why the fuss?"

Reagan Foxx

Que una persona te tenga extremadamente confundido todo el tiempo, no es divertido. Y es aún menos divertido cuando esa persona te importa tanto que no quieres hacer nada para perderla.

Si, aunque eso signifique considerar mandar un email a un completo desconocido.

Agarré mi celular aún sentado en el tren y fui hasta mi mail. No iba a esperar a llegar a casa y cambiar de opinión.

Para: emailsican'tsend@gmail.com
Asunto: Leer tu mente

Escribí y reescribí varias veces, no porque no supiera que decir, si no porque no consideraba que lo que estaba apunto de hacer era una buena decisión.

Ok... Voy a dejar de borrar.

Lo explicaste claro cuando me decías que querías estar sola, aunque no entiendo muy bien porque. Me dice que yo te lo hago fácil, pero hay que vivir la realidad.

Intento alivianar la tensión, pero me estresas demasiado cuando te tengo que llamar porque me dejas plantado y después me dices que me extrañas.

Dejé de escribir y miré por la ventana. Veía los carteles pasar y pensé que no había una solución más que una imposible.

Volví al teléfono y lo escribí.

No puedo leer tu mente. Dices que tienes que estar sola pero me quieres a tu disposición cuando lo necesitas. Y me llamas diciendo que quizás cruzaremos alguna línea la próxima vez que nos veamos.

Dime que va a pasar cuando estemos los dos solos en una habitación sabiendo que no me puedes tener ¿Yo? Yo me reiré cuando me digas que cambiaste y que has encontrado la mejor forma para hacer que esto funcione y solo lo harás porque estoy cerca de tu cara.

Me di cuenta que llegué a mi estación, así que, me bajé del tren y me senté en el primer banco que vi para terminar de una vez por todas con esto.

Chequeó dos veces si capté el mensaje de la manera en que pretendías que lo hiciera. Porque siempre me dejas reeplanteándome cuando me dejas sin avisarme, pero, diciéndome que me necesitas.

Estás perdiendo todo nuestro tiempo al pensar que podemos ser casuales. No eres mi amiga y nunca lo fuiste, así que, ¿por qué tanto escándalo para decirme que quieres ser mía?

Lo siento pero, no puedo leer tu mente.

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